Crítica de "Megalodón"

Si hay un proyecto que lleva años y años rondando por Hollywood, ése es "Megalodón". Los derechos cinematográficos de la novela de Steve Alten en la que se basa esta película han ido pasando de un estudio en las últimas dos décadas.

Hace casi tres lustros parecía que Jan de Bont era el director que más posibilidades tenía de sacar adelante esta adaptación, pero el hoy olvidado responsable de "Speed" y "Twister" se cayó de un proyecto que resucitó de golpe en 2016.

Warner Bros. tomó las riendas del filme y se alió con una compañía china para financiar su elevado presupuesto de 130 millones de dólares. Esta práctica se está volviendo muy habitual, tal y como recientemente ha sucedido con "El rascacielos". ¿La causa? En Hollywood no pierden de vista las elevadas recaudaciones de un mercado tan enorme como el del gigante asiático.

¿Cuán de mala es "Megalodón"?

El titular que puedes leer sobre estas líneas lo dice todo: "Megalodón" no es una buena película. Ahora bien, ¿hasta qué punto es mala? Si nos atenemos a la diversión que ofrece, es de justicia reconocer que por lo menos se trata de una película que sirve para pasar dos horas distraído.

El problema llega cuando analizamos los distintos elementos que conforman su guión. Nada más comenzar, la cinta ya da muestras de su endeble libreto. Y es que el espectador se topa con una introducción que pretende construir el pasado del protagonista, marcado por, cómo no, un suceso traumático. Sin embargo, este arranque resulta tan fallido como anodino.

A continuación se nos presenta al resto de personajes, todos ellos completamente prescindibles. No sólo se pasa por alto a gran parte de los mismos, sino que los que reciben un mejor trato nos dejan muy indiferentes (vamos, que nos da igual quién muera).

Otro aspecto negativo del filme es la nefasta forma que tiene de saltar de un pasaje dramático a otro cómico. Tan pronto observamos un momento complicado en la existencia de los trabajadores de la estación de investigación Mana Uno como otro en el que sueltan chanzas por doquier. El equilibrio de ambos géneros es, pues, inexistente.

Lo que me ha gustado de "Megalodón"

Sin embargo, me reitero, "Megalodón" es una cinta bastante entretenida, al menos si uno se la toma como lo que en realidad es: una sencillita producción comercial con nulas pretensiones artísticas.

Además, mejora según avanza su metraje, encontrándonos los mejores minutos de su desarrollo en la delirante media hora final (que, por cierto, es imposible tomarse en serio).

El director y el reparto de "Megalodón"

Jon Turteltaub, el realizador de "Megalodón", regresa al cine de elevado presupuesto tras "El aprendiz de brujo". El responsable de las dos entregas de "La búsqueda" nunca me ha llamado la atención como director de películas de acción.

En este trabajo no nos ofrece ninguna escena memorable. De hecho, incluso es incapaz de manejar con tiento sus escasos fragmentos de suspense.

Jason Statham protagoniza el filme, y lo hace con los mismos ademanes que utilizaría en cualquier película de similar estilo (a fin de cuentas, para eso le han contratado). A su lado está Bingbing Li, tan floja como en "Transformers: La era de la extinción".