Crítica de 'Bloodshot'
Atento a mi crítica de Bloodshot, pues explico qué tal está la nueva película de Vin Diesel. ¿Es un mero vehículo para el lucimiento del actor? ¿Se trata de una decente película de acción o de un entretenimiento vacío y sin nada nuevo que contar? Hablo de ello a continuación...
La carrera de Vin Diesel está claramente ligada a la saga Fast & furious. Cierto que ha intentado abrirse camino con otras franquicias, pero, si bien algunas le han funcionado relativamente bien en la taquilla mundial (xXx: Reactivated), otras se quedaron por debajo de lo esperado (Riddick, El último cazador de brujas).
Con Bloodshot protagoniza la adaptación cinematográfica de una exitosa historieta de Valiant Comics, aunque, obviamente, no tan popular como aquellas en las que aparecen personajes pertenecientes a Marvel Comics o Dc Comics. Por desgracia, el resultado artístico de este proyecto es igual de discreto que el de las películas mencionadas anteriormente...
Sinopsis de Bloodshot
La compañía Rising Spirit Technologies utiliza la nanotecnología para revivir a un soldado llamado Ray Garrison. No sólo lo consiguen, sino que además le otorgan habilidades increíbles. Sin embargo, estos poderes conllevan pagar un precio, puesto que la empresa quiere controlar su mente y sus recuerdos para así hacer lo propio con su cuerpo.
Lo mejor de Bloodshot
Lo mínimo que se le puede pedir a una película es que sea distraída. En general, Bloodshot cumple con ese objetivo y, si uno no se pone muy quisquilloso, al menos puede llegar a pasar el tiempo durante cerca de un par de horas.
El filme presenta un arranque prometedor, pues introduce elementos dramáticos y consigue que nos interesemos por lo que le sucede al protagonista. Asimismo, su conclusión también resulta bastante espectacular y, sin lugar a dudas, se convierte en el mejor pasaje de acción de todo el largometraje.
Bloodshot nos ofrece un reparto variado, con un Vin Diesel en su línea y un Guy Pearce que recicla su interpretación de producciones pasadas. También hay que mencionar a los competentes y televisivos Sam Heughan y Eiza González, o al desaprovechado Toby Kebbell.
Lo peor de Bloodshot
El filme es demasiado convencional, y el guión de Jeff Wadlow y Eric Heisserer se desarrolla por medio de situaciones excesivamente previsibles. Desconozco si en el cómic original sucedía lo mismo, pero, desde luego, su adaptación se trata del arquetipo de un título hollywoodiense (lógico si tenemos en cuenta que uno de sus productores es Neal H. Moritz, que ejerce la misma tarea en la saga Fast & furious).
De hecho, los personajes son meros estereotipos y, salvo en instantes muy breves, carecen de profundidad. Como ejemplo, ahí está Wilfred Wigans, utilizado aquí como alivio cómico (eso sí, con un humor de escasa calidad y que los guionistas no se han esforzado mucho en trabajar).
Salvo en el momento que mencioné con anterioridad, la acción no es nada del otro mundo. Visualmente es correcta, pero no aporta nada que no hayamos presenciado desde hace años en no pocas series de televisión. De igual modo, se asemeja demasiado a la de un videojuego, hasta tal punto que ciertas escenas casi parecen un QTE (Evento de Tiempo Rápido, es decir, aquellos instantes en los que hay que pulsar un botón o tecla que aparece en la pantalla).
Al respecto, se nota muchísimo que su director, Dave Wilson, proviene del mundo del ocio electrónico (ha participado en los tráilers cinemáticos de Halo Wars, Mass Effect 2, Star Wars: El poder de la Fuerza II o BioShock Infinite).
Y, sí, Bloodshot es un vehículo para que Vin Diesel se luzca, porque ya parece un superhombre incluso antes de que se le realice el experimento que le otorgará poderes...
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