Crítica de 'El hombre invisible'

En esta crítica de El hombre invisible te doy mi opinión sobre la última película de suspense y de terror inspirada en la obra literaria de H.G. Wells. ¿Resulta convincente la modernización de este clásico? ¿Existen apuntes originales y sorprendentes? ¿Qué tal están sus pasajes de tensión y cómo se combinan con los efectos especiales?
En 2017, Universal Pictures estrenó La momia, título que en principio estaba llamado a convertirse en el arranque de una franquicia similar a las de Marvel (sólo que con los monstruos que tantos éxitos le han reportado al estudio, caso de Drácula o de Frankenstein).
Uno de estos largometrajes iba a ser una versión de El hombre invisible protagonizada por Johnny Depp, pero el proyecto quedó aparcado tras las decepcionantes recaudaciones de La momia en la taquilla USA (no así en el resto del mundo, donde funcionó bastante bien).
Ahora la idea se ha retomado pero con un presupuesto irrisorio y muy propio del productor Jason Blum (Paranormal activity), quien se ha convertido en todo un maestro del género del terror. A su lado está otro director (Insidious: Capítulo 3) y guionista (Saw) especializado en la materia: Leigh Whannell ¿El resultado? Mejor de lo esperado, pero no del todo convincente.
Sinopsis de El hombre invisible
El novio de Cecilia, un científico millonario, se suicida. El hombre maltrataba a la que fuera su pareja, de ahí que ésta se sorprenda al descubrir que le ha dejado toda su fortuna (siempre y cuando no cometa ningún delito o la declaren mentalmente incapacitada). Al poco tiempo, la mujer comienza a sentir una presencia invisible, sospechando que pueda tratarse de un experimento de su antiguo pretendiente.
Lo mejor de El hombre invisible
Si uno busca una película para distraerse durante un par de horas, entonces El hombre invisible es una elección más que recomendable. No sólo engancha al espectador desde sus minutos iniciales, sino que en todo momento consigue mantenerlo interesado en su desarrollo.
Aunque se nos muestra un terror realista (dentro de su también pertenencia al género de la ciencia-ficción), los sustos se combinan de forma equilibrada con la acción y el suspense, logrando un conjunto verdaderamente compacto y, en general, sólido.
La dirección de Leigh Whannell resulta muy consistente, manteniendo la tensión cuando así se precisa y sorprendiéndonos con los brutales ataques del hombre invisible. Su puesta en escena se podría tildar de clásica, lo que, bajo mi punto de vista, habría que considerarlo como algo positivo.
En cuanto al reparto, Elisabeth Moss lleva a cabo una estupenda labor y nos transmite a la perfección los lógicos temores de Cecilia. De igual modo, también sabe cómo dotarle de determinación y de fuerza cuando el guión así lo establece.
Asimismo, me alegra ver a Aldis Hodge escalando posiciones en la gran pantalla, puesto que me gustaba su trabajo en la serie de televisión Las reglas del juego. En El hombre invisible da vida a un amigo policía de la protagonista y, aunque su interpretación resulta correcta, tampoco le han dado el papel de su vida.
Lo peor de El hombre invisible
Es una pena que una cinta que funciona tan bien, tire parte de sus bondades por la borda al ofrecernos una conclusión que se alarga en exceso. No sólo eso, sino que personalmente creo que lo que hace es destruir al personaje principal y convertirlo en otro distinto.
Apuntar también que existe una evolución un tanto brusca de la historia del filme, pues en su primera mitad va por un camino más sutil y abierto a interpretaciones, pero en su segunda parte lo deja de lado de manera repentina y rompe con los matices y las dudas.
Por último, quisiera añadir otros detalles pequeños pero molestos:
- Al hombre invisible se le dota de unas habilidades físicas que para sí quisieran muchos superhéroes cinematográficos.
- La banda sonora original se vuelve demasiado obvia en los pasajes de tensión.
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