Crítica de la segunda temporada de "La cúpula"

La cúpula caída sobre el pequeño pueblo de Chester's Mill sigue atormentando a sus vecinos. Si en la primera temporada sus habitantes ya se vieron inmersos en un drástico cambio en sus vidas, en la segunda la sucesión de desastres llega a resultar casi caótica. Me parece bien que en una serie se quiera innovar en todos los capítulos para mantener en suspense al espectador, pero los continuos golpes que los supervivientes de este extraño suceso reciben de continuo acaba resultando algo estresante.
Si bien los personajes siguen siendo lo mejor de la serie (tanto los que ya conocíamos como los introducidos durante esta temporada), su fortaleza se debilita ante la cantidad de obstáculos que tienen que sobrellevar en tan poco tiempo. Por muy bien estructuradas que estén las personalidades de sus protagonistas, ante tal cúmulo de desastres es imposible que mantengan la gran credibilidad y consistencia que se consiguió en su primer año de emisión. En la vida real, hay acontecimientos que marcan la vida de las personas, algo que requiere un tiempo de recuperación. Siendo ficción se pueden pasar por alto algunos de los aspectos que rodean a dichas circunstancias, pero cuando es tan reiterado acaba pasando factura al enfoque global de la serie.
Los escenarios siguen estando muy bien cuidados. La mayoría ya los conocemos, pero los que se han introducido para ambientar las nuevas tramas de esta temporada siguen conservando la misma calidad. Respecto a los efectos especiales podemos decir que son correctos, no son nada del otro mundo, pero para una serie poco más se puede pedir.
En definitiva, esta segunda temporada, a pesar de poder resultar caótica en algunos momentos, sí logra entretener, aunque comparada con sus primeros trece capítulos ha perdido mucho. Lo ideal habría sido mostrarnos de forma más pausada los nuevos argumentos. Así se conseguiría un desarrollo de los personajes más acorde con sus traumáticas vivencias.
Deja una respuesta