Crítica de "Creed: La leyenda de Rocky"
[dropcap]N[/dropcap]o soy un entusiasta de la saga "Rocky", aunque, curiosamente, me caen bien tanto el personaje como la persona que lo creó (Sylvester Stallone). Es por ello que me agrada que "Creed: La leyenda de Rocky" se haya convertido en un éxito de crítica y de público, sobre todo cuando, seamos realistas, a priori no se esperaba mucho de la película.
Un repaso a la saga "Rocky"
La primera entrega de esta serie se podría definir como un espectáculo pugilístico en el que lo más interesante era la descripción que se hacía de las complicadas relaciones de sus protagonistas. Se trataba de una cinta muy entretenida y, desde luego, sigue siendo la mejor de todas las estrenadas hasta el momento. Aunque inferior a la original, "Rocky II" también pretendía que su trama se centrara principalmente en los personajes más que en el combate final.
El asunto se torció con "Rocky III", donde el héroe del relato se convertía en el entrenador de Apollo Creed, su antiguo rival en los cuadriláteros. El filme era muy inferior a sus predecesores, presentándonos a un Rocky que, por raro que suene, parecía haberse vuelto inteligente. En definitiva, una clara muestra de lo mal desarrollados que estaban los personajes en el guión. Por si esto no bastara, se introducían combates estrafalarios (el de Hulk Hogan), lo que en ocasiones le otorgaba al largometraje un aire grotesco y ridículo.
Lo mejor que se puede decir de "Rocky IV" es que al menos era entretenida, pero también es cierto que atesoraba momentos realmente prescindibles (el robot que Rocky y Adrian le regalan a Paulie o los innumerables vídeos musicales que se adueñaban de la cinta, por ejemplo). Como curiosidad, ahí queda el discurso final del protagonista tras vencer a Drago, el púgil ruso, todo un infantil reclamo a favor del entendimiento entre los pueblos.
"Rocky V" se puede considerar como la peor película de toda la saga. Aunque Sylvester Stallone intenta recuperar el intimismo de las dos primeras entregas (y ello transformando de nuevo a su personaje, pues de repente recupera las maneras y la ingenuidad de antaño), la verdad es que el filme no funciona como drama y, por si fuera poco, tampoco lo hacen sus escasas escenas pugilísticas (la última de ellas meramente callejera). En "Rocky Balboa" el asunto mejoraba, pero sin aportar nada nuevo a la franquicia.
Y ahora... "Creed: La leyenda de Rocky"
"Creed: La leyenda de Rocky" parte de un empecinamiento de Ryan Coogler, su director y guionista. Este joven cineasta, que se dio a conocer con la cinta independiente "Fruitvale Station" y al que Marvel le ha encargado que tome las riendas de "Pantera Negra", tuvo la ocurrencia de esta secuela. Y es que creció viendo las películas de "Rocky", motivo por el cual le presentó el proyecto a sus responsables. Aunque en un principio nadie quería rodar otra continuación (el propio Sylvester Stallone pensaba que "Rocky Balboa" había sido una digna despedida para el personaje), la insistencia de Coogler dio sus frutos. El resultado es un sólido drama en el que las escenas de boxeo presentan un exquisito acabado.
El filme nos narra la historia de Adonis Johnson, un hijo que Apollo Creed tuvo fuera del matrimonio y que nació tras su muerte. Cuando la madre del pequeño fallece, el niño pasa de un centro de acogida a otro, pues no cesa de pelearse. Sin embargo, Mary Anne Creed, la esposa de Apollo, descubre su existencia y decide llevarlo a su hogar. Años después, Adonis quiere emular a su padre, por lo que deja su trabajo y va en busca de Rocky, una persona que estuvo muy ligada a su progenitor y que sin duda es la que mejor puede entrenarle.
"Creed: La leyenda de Rocky" es una película nostálgica y, como tal, recupera los esquemas de otros títulos de esta afamada saga (curiosamente, algo parecido a lo que ha hecho J.J. Abrams en "Star Wars: El despertar de la Fuerza"). Las figuras del mentor y del protegido, los adiestramientos, los combates, las fricciones entre determinados personajes, un romance... Son clichés que se han repetido hasta la saciedad y que, por suerte, aquí se complementan con una intensa referencia a los lazos familiares (sean de sangre o no). Además, se añaden atinados toques dramáticos que aportan algo de consistencia al relato. No obstante, en general el espectador tiene la sensación de que se halla en un lugar que ya ha visitado con anterioridad.
Los planos secuencia de "Creed: La leyenda de Rocky"
La pasión de Ryan Coogler por este proyecto se ve reflejada en su poderosa realización. Así, existen varios planos secuencia que se podrían calificar de admirables (es lo que sucede cuando se nos muestra el primer combate de Adonis como protegido de Rocky, complicándose el asunto al acercarse y alejarse la cámara no sólo a los boxeadores, sino también a los entrenadores y al árbitro, por poner tan sólo unos ejemplos).
En cuanto a las interpretaciones, no creo que Sylvester Stallone mereciera una nominación al Oscar por su trabajo (a pesar de que en varios momentos del filme nos brinda una expresividad y unos ojos luminosos que hacía tiempo que no veíamos en una de sus actuaciones). Michael B. Jordan está magnífico y demuestra una gran química con su compañero de reparto (la que precisamente no existía entre Barney Ross y los jóvenes personajes de "Los mercenarios 2" y "Los mercenarios 3"). Jordan siempre me ha llamado la atención en sus apariciones televisivas, sobre todo en "Friday night lights" y en "Parenthood". Tras el tropiezo comercial que "Cuatro Fantásticos" supuso para su carrera, es bueno comprobar que "Creed: La leyenda de Rocky" le ha dado un éxito de taquilla y de crítica que sin duda se merece.
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