Crítica de la película "Cazafantasmas"

Antes de abordar la crítica de "Cazafantasmas", considero que hay que dejar claras un par de cosas. Lo primero, no nos hallamos ante una secuela de la película original de los 80, sino ante un remake en toda regla (aunque con guiños directos al citado largometraje de Ivan Reitman). En segundo lugar, cabe señalar que no se trata de un remedo al uso, sino de una comedia en la que se atisba en todo momento el habitual estilo de Paul Feig, su director. Vamos, que casi parece un título más de su filmografía reciente que la nueva versión de un clásico moderno.

Mucho se ha hablado del cambio de rumbo de la franquicia y del hecho de que sus protagonistas sean únicamente femeninas. Sinceramente, me parece un debate absurdo. Otra cosa es que no me guste que la saga se ponga en manos de un irregular cineasta que, por muchos homenajes que rinda a una película adorada por millones de personas en todo el mundo, posee una calidad que está a años luz de "Los Cazafantasmas".

El filme cuenta con un guión flojo, no sólo porque la trama es de lo más simplona, sino debido a que contiene flojos diálogos y chistes que en ocasiones rozan lo mediocre y rebasan en no pocos momentos lo grosero. Son tan, tan mejorables, que me parece increíble que los guionistas, el propio Paul Feig y Katie Dippold, se hayan quedado satisfechos con semejante libreto. El villano de turno carece de carisma, mientras que las heroínas del relato se construyen mediante meros arquetipos (la mayoría de las ocasiones demasiado exagerados).

"Cazafantasmas", ¿aprobado o suspenso?

Sin embargo, tengo que decir que, a pesar de lo dicho hasta ahora, "Cazafantasmas" no me llegó a aburrir, motivo por el cual he decidido darle un aprobado muy justito. Además, los efectos especiales son los adecuados para una película de estas características, luciendo especialmente bien en su tramo final (otra cosa es que la puesta en escena sea bastante discreta).

En cuanto al reparto, Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon y Leslie Jones tienen cierta química entre ellas, pero el problema está en sus personajes, con los que resulta muy difícil identificarse. Quien me ha sorprendido gratamente es Chris Hemsworth, actor que interpreta con dignidad y sin complejos al chico florero y sin cerebro del grupo (lo cierto es que las tonterías que dice y hace Kevin son lo más gracioso del filme, empezando por su surrealista entrevista de trabajo).