Crítica de "Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald"

Cuando concluyó "Animales fantásticos y dónde encontrarlos", momento en el que se producía una importante revelación, el espectador se quedaba con muchas ganas de adentrarse en esta expansión del universo de "Harry Potter".

A fin de cuentas, se nos prometía que lo que habíamos visto era tan sólo la punta del iceberg de una trama bastante más compleja. Ahora bien, ¿cumple "Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald" con las expectativas generadas por su predecesora? Lo hace, pero sólo en parte.

"Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald", un desarrollo conocido

En lugar de apostar fuerte desde el principio por el desarrollo de la trama principal, la película opta por perder el tiempo con cuestiones y hallazgos visuales que distan de ser trascendentales. Arranca muy bien, con la huida de Gellert Grindelwald, pero luego pierde brío y únicamente lo recupera en sus minutos finales.

Es decir, en cierta medida se repite lo que ya sucedió en la primera entrega, aunque en este caso se tiñe todo con un aire siniestro y tenebroso (hay momentos para la comicidad, pero en general el relato está dominado por una profunda severidad).

Durante dos tercios de "Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald", sus distintos protagonistas se dedican a buscar o bien a otros personajes o bien a sí mismos (se indaga en sus tormentos y en sus orígenes, de ahí que se recurra en varias ocasiones a los flashbacks).

Son demasiados minutos para dedicarle a algo que se podría haber narrado con una mayor y mejor precisión, evidenciando que la guionista J.K. Rowling ha pretendido condensar en un libreto lo que seguramente habría quedado mejor expuesto en una novela.

Por supuesto, los seguidores de la franquicia, tanto los lectores como los cinéfilos, agradecerán los múltiples guiños a la saga original (empezando, cómo no, por un esperado regreso a Hogwarts). Aunque a veces resultan triviales, considero exagerado tildarlos de molestos.

Lo mejor de "Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald"

Sin lugar a dudas me quedo con su magnífico tercio final. El discurso de Grindelwald y la forma en la que manipula a sus adeptos me parecieron brillantes. La cinta nos presenta a un individuo inteligente y peligroso, ya que utiliza las palabras y tergiversa los hechos para así adaptarlos a su realidad.

Especial mención merece aquí la labor de Johnny Depp, pues su interpretación se aleja de algunos de los últimos histriones a los que ha dado vida en los últimos años. Si hubiera caído en su recurrente afectación, la credibilidad del personaje se habría visto seriamente dañada.

Del resto del reparto me quedaría con Zoë Kravitz, quien se beneficia del hecho de que su personaje esté mejor escrito que otros de los que aparecen en la película.

Eddie Redmayne, Katherine Waterston y Ezra Miller repiten fórmulas de "Animales fantásticos y dónde encontrarlos" (no así Dan Fogler), suponiendo una buena adición la breve presencia de Jude Law como Albus Dumbledore o hasta la de Callum Turner en el papel de Theseus Scamander.

Tal vez se pueda criticar que lo que les sucede a muchos de los personajes de la historia es algo folletinesco (tanto por sus relaciones amorosas como por las familiares), pero creo que en este caso se consigue cierto equilibrio a la hora de presentar sus respectivos dramas.