Lo siento, pero nunca he entendido cómo es posible que Trent Reznor y Atticus Ross hayan recibido tantos elogios por las bandas sonoras que han escrito para las últimas películas de David Fincher (caso de “La red social”, por la que ganaron un Oscar, y “Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres”). Lo mismo me sucede con “Perdida”, aunque en menor medida.
Así, percibo una leve mejoría con respecto a sus anteriores trabajos, sobre todo en la primera mitad del largometraje. Durante esa parte, y salvo contadas excepciones, su score resulta sutil y me parece adecuada la forma en la que utilizan la música para dotar de una intrigante ambientación al relato. Sin embargo, según avanza la película van olvidándose de la música y, en lugar de ésta, se decantan por introducir sonidos. De hecho, en ocasiones casi siento que de un momento a otro voy a escuchar el ruido que hacían las vetustas cintas del Spectrum cuando tenías que cargar un juego. En serio, ¿de verdad en la actualidad Trent Reznor y Atticus Ross son una referencia en lo que a bandas sonoras se refiere? Apañados estamos…
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