Banda sonora de 'El rey león' (Hans Zimmer y Elton John)
La banda sonora original y las canciones de El rey león, versión 2019, son las mismas que nos maravillaron allá por el año 1994. El score es obra de Hans Zimmer, mientras que las canciones vienen firmadas por Elton John y Tim Rice (en su día, los trabajos de todos ellos fueron recompensados con un par de Oscars).
Con la fabulosa «El ciclo de la vida/Nants' Ingonyama» da comienzo la película, siendo una delicia observar cómo música e imagen se ajustan a la perfección (desde el momento en el que Rafiki toma a Simba para alzarlo al cielo hasta el instante en el que aparece en la pantalla el título del filme).
Las vitalistas «Voy a ser Rey León» y «Hakuna Matata» contrastan con la malicia de «Preparaos» (esta última muy recortada, siendo la canción que más cambia con respecto a la original).
La romántica «Es la noche del amor» mantiene sus señas de identidad y se ha convertido por derecho propio en una las baladas más emblemáticas de Disney.
Las nuevas canciones de El rey león
Dos son las nuevas canciones de El rey león. Por un lado está la estupenda «Spirit», escrita por Beyoncé, Ilya Salmanzadeh y Labrinth. Se escucha cuando Simba regresa a su hogar tras hablar con el espíritu de su padre.
La otra es «Never too late», de Elton John. Aparece en los créditos finales de la cinta y no me parece que esté a la altura de las otras canciones del compositor.
Lástima, eso sí, que la película de El rey león no incluya algunas canciones del musical. Al menos en su álbum aparece «He lives in you», interpretada por Lebo M. (e ideada por Mark Mancina, uno de los autores que contribuyó en la sombra al éxito de la banda sonora de 1994).
La música de El rey león
Hans Zimmer hizo una labor soberbia en El rey león, escribiendo melodías que se grabaron en la memoria del espectador con igual fuerza que las canciones. Hay momentos preciosos e idílicos, como «Las luciérnagas de Rafiki».
Sin embargo, quisiera resaltar aquí su buen hacer a la hora de plasmar los fragmentos más oscuros de la historia. Es lo que sucede en «El cementerio de los elefantes» o en la magistral «La estampida». Esta pieza es el mejor ejemplo de cómo se ha de componer música para una escena de acción. ¿Por qué? Muy sencillo, las notas de Zimmer nos hacen sentir aún más el peligro que acecha a Simba.
Además, en su tramo final representa a la perfección el sentimiento de pérdida, acongojándonos con la tristeza de su desarrollo.
Se trata, en definitiva, de una portentosa banda sonora con un marcado carácter melódico.
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