Entrevista a Miquel Pardo, compositor de "Lhajjates"
Es raro ver películas protagonizadas por mujeres, y mucho más si éstas superan los 60 años de edad. Eso es lo que sucede en "Lhajjates", encantadora película marroquí que llegó a las salas de cine de dicho país el pasado mes de noviembre de 2017. El compositor de la banda sonora es Miquel Pardo, un talentoso músico español con el que hemos tenido la oportunidad de conversar.
Miquel ya empezó a acariciar las teclas de un piano de juguete cuando apenas tenía 3 años. A los 8 años empezó a dar clases de piano, y a los 14 comenzó a componer sus primeras piezas musicales con la ayuda de un Commodore 64.
Michael Grossman le enseña todo lo relacionado con el jazz, el piano moderno y la orquestación (aparte de completar su aprendizaje sobre bandas sonoras). Además, toca el piano en el Hotel Ritz y en otros restaurantes de Barcelona.
Con 28 años, Miquel Pardo se marcha a vivir a los Estados Unidos durante 3 años. En Florida trabaja como profesor en una escuela de música y sigue tocando en hoteles como el Ritz Carlton, y en varios restaurantes.
De vuelta a España logra sus primeros encargos audiovisuales. Y es que Miquel Pardo es el autor de la música de los logos de distribuidoras como Wide Pictures, Emon, Vértigo Films, Divisa y Divimagic. Además, compuso la banda sonora de diversos documentales, caso de "Atapuerca" o "Nuestra visión".
Ha trabajado en múltiples cortos y anuncios, siendo los más relevantes los de Mecalux y "La Beauté", un encargo de Oysho que dirigió el cinematográfico Kike Maíllo (“Eva” "Toro").
Actualmente compagina su trabajo como profesor de música con la composición. Prueba de ello es el score de "Lhajjates" o las cuñas que ha escrito para varias cadenas de radio estadounidenses.
¿Cómo te involucraste en un proyecto como "Lhajjates"?
La verdad es que contactó conmigo el productor de la película y me propuso componer esta banda sonora (de hecho, nunca tuve contacto con el director). Había escuchado alguno de mis trabajos y le gustaron muchísimo. Creía que era el músico adecuado para este proyecto.
¿Qué crees que buscaban los responsables de "Lhajjates" al requerir los servicios de un compositor como tú?
Es curioso, porque desde un principio con el productor, Karim Achaour, hablábamos siempre de la dirección que queríamos darle a la banda sonora. Una dirección bastante hollywoodiense en lugar de hacer algo intimista, que era el tono de la música provisional que se escuchaba cuando la película se presentó a un festival.
Ellos me pidieron hacer todo lo contrario, querían hacer algo tipo James Bond. Y, aunque es una comedia donde vemos a unas señoras que quieren realizar un atraco y robar a un multimillonario, la banda sonora tenía que ser la de una comedia pero con música seria.
Así que en todo momento querían que fuera música de acción, música muy orquestal, música con toques trepidantes, pero también con sentido de melancolía y tristeza, un poco de dramatismo para poder transmitir lo que estas señoras mayores están sufriendo.
Pero, sobre todo, siempre muy al estilo de Hollywood. De hecho, hice algunas pinceladas con sonoridades arábigas y me dijeron que no querían que tuviera elementos árabes. Al revés, se fijaban en el cine americano.
Una vez aceptado el proyecto, ¿cuál fue la reacción al presentarles el tema central?
La verdad es que fue una reacción estupenda, les encantó. Incluso me comentaron que eran bastante exigentes con el asunto de la música y que era muy difícil escuchar un tema musical que aceptaran a la primera. Me felicitaron porque era perfecto.
En un principio creía que me lo decían para quedar bien, pero luego, trabajando con ellos, me di cuenta de que, efectivamente, eran bastante exigentes.
El tema central se desarrolla muy bien durante la introducción de la película y nos presenta a las distintas protagonistas. ¿Se consideró en algún momento crear un leitmotiv para cada una de las mujeres o se prefirió desde un principio que tuvieran una misma voz musical?
Bueno, no fue exactamente pensar en un leitmotiv para cada una, sino un leitmotiv para todas. Es decir, ese tema musical tenía que representarlas a ellas con pequeñas variaciones.
Por ejemplo, en la película vemos que, cuando se presenta una de las protagonistas (que para ganar dinero se hace pasar por vidente), tiene el mismo tema central, pero le damos un poquito un toque "elfmaniano" para representar su picaresca.
Cuando vemos a otra de las protagonistas vendiendo pan, es mucho más melancólico.
Luego, según qué escenas, escuchamos cómo el tema se hace más divertido o un poquito más dramático, mostrando las diferentes situaciones que están atravesando las protagonistas.
Lo que se busca es introducir pequeñas variaciones que intentan transmitir la personalidad de cada una de ellas.
Tienes una gran facilidad para componer melodías. Aparte del tema central, escuchamos piezas como «Samia» y «Ready for tomorrow». ¿Qué es lo que te hicieron sentir estas escenas para escribir tan emotivas músicas?
Es curioso que nombres estas piezas, porque el tema de Samia es muy sencillo de componer (por cierto, me hicieron cambiarlo, quisieron que tuviera una mayor melancolía con el piano, así que tuve que hacer otra versión).
La verdad es que la música que compuse fue lo que me transmitió lo que Samia habla sobre su marido, porque la dejó, y su drama. Y realmente me salió directamente, sentí ese drama que estaba viviendo cuando estaba hablando por el teléfono, fue algo directo.
Respecto al tema «Ready for tomorrow», estas señoras son tan tiernas, se las ve allí, dan una lástima... Y además transmiten tanta tristeza por la situación que están viviendo que la música también me vino sola. Tenía que ser algo muy suave, muy tierno, muy tranquilo.
Me gustaría hacer un matiz aquí. El productor rechazó la música de esa escena porque ellas van a dormir antes de que al día siguiente realicen un robo al multimillonario. Quería que mostrara una música que reflejara su ansiedad, sus nervios, algo incómodo, porque ellas se van a dormir y están preocupadas por lo que suceda el día de mañana.
No pensé en que eso fuera lo mejor, aunque esa era la situación. Personalmente veía un poco de melancolía y tristeza. Más adelante me dijeron que se habían arrepentido, que lo que yo había compuesto inicialmente quedaba perfecto, que estaban completamente de acuerdo y que la dejara tal y como estaba.
En la banda sonora podemos escuchar piezas musicales dramáticas y cómicas, pero también de suspense e incluso de acción. ¿Con cuál de estos géneros te divertiste más a la hora de componer?
Con todos. Me gustó mucho trabajar en la escena de «The hostage», creo que es la quedó más chula, me gustó mucho crear algo de acción en una escena en la que hay un policía hablando con un micrófono y una de las protagonistas está con el rehén, amenazando con que lo va a matar.
Hay una comunicación entre ellos, y ahí tienes que estar todo el rato poniendo una música que cree ese suspense, que vaya subiendo de tensión para que la gente diga "qué va a pasar".
También destacaría la escena del hospital, cuando se nos cuenta un poco la vida de cada una. Fue muy chulo componer para ahí también.
Y las divertidas, por supuesto. La escena en la que se desenvuelve el atraco (no puedo decir nada más). Hay escenas muy divertidas a las que me gustó mucho componerles la música.
Disfruto mucho haciendo todos los estilos. Me adapto muy bien a todas las situaciones. Me encantan las escenas que tienen un poquito más de contenido, de argumento, tanto como si son tristes, alegres o contentas.
La película dura poco más de 90 minutos. ¿Cuántos minutos de música compusiste para ella?
Entre sesenta y setenta minutos de música, sin contar créditos.
¿Se rechazó algún tema de la banda sonora?
Sí, el tema que te comenté antes se rechazó y luego lo volvieron a aceptar. Luego hubo un tema que se rechazó. Fue una segunda parte del tema. La primera parte estaba bien, pero la segunda no.
Es cuando ellas están en la terraza quemando todos los papeles y deciden realizar el atraco. La recompuse y, una vez hecha, hicieron lo mismo que con la otra, la tiraron para atrás y se quedó la auténtica.
También hubo otra escena, cuando Samia va a ver al multimillonario, que ahí sí que me la hicieron cambiar. Les gustó, pero preferían algo con guitarra eléctrica, un poquito más roquero.
La que habíamos hablado antes con »Samia», pero ahí tan sólo un pequeño retoque. Simplemente me dijeron que le diera más importancia al piano como motivo principal.
Y cuando van a los almacenes, también un poquito de piano y unos pequeños cambios.
Pero, como rechazar escenas, realmente diría que, rechazar, rechazar, una escena.
¿Cuáles son tus influciencias, tanto dentro como fuera del cine?
Esta es una pregunta complicadísima. Yo creo que tengo influencias de todo. Cuando compongo intento mantener mi propio estilo. Como influencias te diría que a lo mejor un poco de John Williams. Creo que hay cosas que compongo que, como he comentado, tienen algo de Danny Elfman, incluso de compositores como Hans Zimmer.
Pero me considero un compositor muy todoterreno, y, como compongo para muchísimos clientes que me piden siempre que se parezca a algo, intento adaptarme, así que es un estilo un poco a parches, Frankenstein.
A la hora de componer creo que tengo un poco de influencias de Ennio Morricone, Jerry Goldsmith o Mark Mancina. He escuchado varias cosas de este último y, es verdad, nos asemejamos un poquito.
Pienso que son un poquito influencias más generales, no te sabría decir exactamente. Creo que mi estilo posee una característica que nos recuerda siempre al cine. Ya de pequeñito me decían: "cuando compones, suena a cine".
Incluso cuando hago música para dibujos me encanta recordar a Thomas Newman, David Newman, Marc Shaiman, Alan Menken (es increíble), Randy Edelman, quizás también tengo toques ahí. No lo sé.
Tengo que hacer tanta música, tantos colores, tengo que diversificarme tanto y he escuchado a tantísimos músicos que tengo un poquito de influencia de todos.
Hablemos de la música actual de Hollywood, especialmente de las producciones comerciales. ¿Qué opinión te merece?
Yo es que soy muy chapado a la antigua en ese aspecto, si se puede decir así. Creo que antes se hacían bandas sonoras de verdad, se hacía música para cine donde tenías un leitmotiv, un tema principal donde te enmarcaba esa película.
Escuchas "El padrino" y es la banda sonora de "El padrino". Escuchas la banda sonora de "Doctor Zhivago" o la banda sonora de "Siete novias para siete hermano", o "West Side Story" o incluso películas con compositores más "modernos" como Jerry Goldsmith, caso de "Alien, el octavo pasajero".
"Robocop" es "Robocop". "Conan el bárbaro" es "Conan el bárbaro". Basil Poledouris, por cierto, es un compositor increíble.
Y toda la música, cuando estás viendo la película, se basa en ese tema principal, que es lo que he intentado hacer en "Lhajjates", y, con pequeñas modificaciones, siempre te transmiten algo, es una canción hecha a medida.
Ahora las bandas sonoras se basan en efectos especiales, básicamente. Muchísima percusión, muchísimo efecto, ha cambiado muchísimo. Me gusta mucho, porque creas sensaciones, pero la banda sonora ya no es lo que era antes.
Vas a ver una película del Oeste y no escucharás una banda sonora como "El bueno, el feo y el malo", "Por un puñado de dólares" o "La muerte tenía un precio", de Ennio Morricone.
Para las del Oeste todavía se mantiene un poquito esto. Tenemos el tema de "Tombstone", que es increíble, y algunas otras bandas sonoras que se realizan ahora, sobre todo las de John Williams, que realmente aún mantienen lo que es la música para la película con sus partes instrumentales.
Cuando estás viendo la película continuamente se está reflejando eso en la banda sonora, te sientes identificado con la música. Y cuando compras un CD, escuchas varias músicas con las que disfrutas.
Ahora compras un CD y escuchas cosas que, bueno, si no ves la película, ¿de qué me sirve? Necesito ver la película. Hay muchas sensaciones, pero se ha perdido bastante lo que es escribir una partitura que tenga que ver con la película.
Como decía antes, creo que pocos aún lo están haciendo: John Williams, John Powell, Christophe Beck, Alan Menken y algunos más. También depende del tipo de cine. Creo que en el de mucha más acción se pierde la característica de tener un leitmotiv para la película.
¿Qué banda sonora de todos los tiempos te hubiera gustado componer
"Los Goonies" es una de mis películas preferidas de todos los tiempos. Es increíble, un compositor como Dave Grusin, que ha hecho básicamente jazz, música soul, hizo un trabajo increíble.
Habría tantas películas. Una de las cosas que me habría encantado es haber podido escuchar en cines la música de Alex North que fue rechazada por Stanley Kubrick en "2001: Una odisea del espacio", y que realmente no tiene banda sonora original. Son temas musicales clásicos. Hacer una banda sonora para "2001: Una odisea del espacio" habría sido increíble.
"Ben-Hur", que compuso magistralmente Miklós Rózsa. "Alien, el octavo pasajero". Cualquier película, hasta "Transformers", pero me haría muchísima ilusión componer una película para superhéroes. "Spider-Man" sería para mí una propuesta absolutamente increíble.
Pero si tuviera que decir una, igual te diría "2001: Una odisea del espacio". Sería muy interesante haber podido componer su música. De hecho, la original de Alex North la he escuchado y es increíble. Es una música bastante abstracta.
Centrándonos en el mercado español, cuéntanos un poco cómo fue tu experiencia de trabajar con el director Kike Maíllo en la música del anuncio de "La Beauté".
Fue muy buena, la verdad. Es un director de cine que tiene muy claro lo que quiere. Cuando escuchó mi música sabía lo que quería, me daba las instrucciones muy correctamente.
Me explicó cómo lo quería todo, los cambios me los comentaba ("esto por esto, esto y esto"). Entonces yo entendía, "ostras, comprendo, tú lo que quieres es eso").
Fue una comunicación absolutamente maravillosa, nos entendimos perfectamente e incluso a veces tuvimos que trabajar por la noche. Me llamaba a las 00:30 o a la 1:00, teníamos que ir luego al estudio a grabación para hacer los efectos especiales, y él me estaba explicando cómo tenía que acabar de arreglar lo que él quería. La verdad es que funcionó muy bien.
Hubo una cosa curiosa. Cuando estábamos grabando, estaban poniendo los efectos, el del viento donde salen unas plumas, así que él cogió y le dijo al ingeniero de sonido, que estaba detrás, "voy a por el micrófono y voy a soplar yo".
Y yo digo, "¿de verdad vas a hacer eso?". Y él dijo, "¿cómo que no?, pues claro que lo voy a hacer". Y sopló, pusieron algo de reverberación, de acústica, y ahí está. La verdad es que es un anuncio muy íntimo, muy delicado, muy bonito, creo que quedó muy bien, y, por supuesto, una dirección brillante de Kike Maíllo. Yo lo hice lo mejor que pude y creo que el resultado fue muy bueno.
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