Crítica de 'Ad Astra'

Menudo año lleva Brad Pitt. Tras la exitosa y aclamada Érase una vez en... Hollywood (no por mí, que conste), ahora estrena Ad Astra. La cinta se apunta a la moda de aquellas producciones que miran al espacio para en realidad contar historias intimistas y muy humanas (tal y como sucedía en títulos como Contact, Gravity o Interstellar).

Esta es una temática que siempre me ha llamado la atención, pues considero imprescindible que de vez en cuando el ser humano observe las estrellas para que así se percate de cuál es su verdadera situación en el universo. Es evidente que Ad Astra busca ser reflexiva al tiempo que persigue entretener al espectador. ¿Lo consigue? Sí, pero sin apabullar...

Sinopsis de Ad Astra

Mientras buscaba vida extraterrestre en Neptuno, la expedición del padre de Roy desapareció décadas atrás. En la actualidad, la NASA se pone en contacto con este último para que lidere una misión que permita averiguar qué sucedió con su progenitor y por qué una amenaza se cierne sobre el sistema solar.

Lo mejor de Ad Astra

Ad Astra es una suerte de thriller espacial y personal. Por un lado observamos el periplo de Roy en sus viajes a la Luna, Marte y Neptuno, mientras que por otro vamos conociendo cómo son sus relaciones con otras personas y de qué manera le afectó la supuesta muerte de su progenitor.

Se puede decir que esta andadura resulta entretenida aunque no apasionante. Similares conceptos ya han sido desarrollados con mejor fortuna y profundidad por otras películas. No obstante, se agradece el esfuerzo de intentar aportar algo al género.

Existen algunos pasajes de acción bastante intensos (a destacar el que abre la cinta), pero en general se busca un tipo de espectacularidad que se podría definir como realista. La fotografía de Hoyte Van Hoytema está cuidadísima, mientras que la puesta en escena de James Gray la describiría como sólida (al igual que sus efectos especiales).

Otro aspecto a destacar es el reparto, con un acertado Brad Pitt a la hora de manifestar las emociones de su personaje. Asimismo, se agradece muchísimo la presencia de veteranos como Tommy Lee Jones y Donald Sutherland (ambos espléndidos a pesar de sus reducidos papeles).

Lo peor de Ad Astra

Por desgracia, el filme tiene defectos muy evidentes. Lo peor de todo es que algunos diálogos de Roy son bastante pretenciosos, sobre todo cuando escuchamos lo que piensa y expone reflexiones muy obvias. Es decir, se nota en exceso que pretende ser algo más que una simple película de entretenimiento.

De igual modo, no se entiende que se quiera profundizar en la vida de Roy y que la presencia de quien fuera alguien tan importante en su vida sea nimia (es el caso de su ex pareja, a quien da vida Liv Tyler en un minúsculo papel).

Incluso hay momentos en los que los personajes tienen comportamientos que no resultan convincentes, provocando que el espectador se aleje de las emociones que en principio quiere transmitir el relato.