Crítica de la primera temporada de "Bella y bestia"

"Bella y bestia" comienza con el asesinato de la madre de Catherine Chandler (Kristin Kreuk) a manos de unos desconocidos que disparan contra ella. La joven intenta huir de la escena adentrándose en un bosque, pero un inesperado tropiezo la deja expuesta ante sus perseguidores. Es entonces cuando una extraña bestia sale de la oscuridad para salvar a la chica. Diez años después, Catherine, aún influida por el terrible suceso, se ha convertido en una detective de homicidios que convive con el peligro. Los recuerdos del pasado vuelven a su mente, momento en el que aparece en su vida Vincent Keller (Jay Ryan), un médico que se alistó en el ejército tras perder a sus dos hermanos en los atentados del 11-S y que guarda un oscuro secreto que pronto compartirá con la agente Chandler.
Si bien en un principio se quiso vender "Bella y bestia" como un remake de la exitosa serie de los años 80 (protagonizada por Linda Hamilton y Ron Perlman), la historia ha sufrido algunas variaciones realizadas, supuestamente, para adaptarse a la sociedad actual. Unos detalles sin importancia que podrían pasarse por alto si no fuera por el pobre resultado conseguido...
En mi opinión, el primer fallo lo encuentro en la elección de los protagonistas. No dudo de la calidad de Kristin Kreuk como actriz, pero no encaja con el perfil que requiere un personaje inmerso en luchas cuerpo a cuerpo con asesinos profesionales que le doblan en corpulencia y a los que deja sin sentido con un par de patadas. Son unas peleas menos creíbles que la posibilidad de que un ser medio bestia ande suelto por Nueva York… Por otra parte, Jay Ryan no es que sea un portento a la hora de intentar transmitir emociones, todo lo contrario que su compañera de reparto, lo cual provoca que en las escenas más románticas Kristin Kreuk parezca un tanto empalagosa en comparación con la aparente frialdad mostrada por su amado.
Después nos encontramos con los diferentes cambios de estructura y de contenido que vamos visualizando casi de capítulo en capítulo. El resultado es una amalgama de episodios, unos centrados en la inconsistente resolución de casos tipo "C.S.I." y otros que intentan profundizar sin éxito en los dramas personales de cada personaje (como los que pretenden recrear escenas de puro romanticismo). Todo ello aderezado con los pasajes de acción tan “creíbles” a los que hacía referencia con anterioridad. Por último, señalar que el final de "Bella y bestia" queda totalmente abierto a una segunda temporada (algo insólito viendo la calidad de la primera). Mucho tendrá que cambiar para que capte mi atención…
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