Aunque en los Estados Unidos se ha estrenado en casi 300 cines, el filme se está comercializando en España a través de las plataformas digitales (lógico si consideramos que la serie no suscitó demasiado interés entre el público de nuestro país). Aunque en el arranque de la cinta da la impresión de que los que nunca han visto un capítulo de “Veronica Mars” podrán disfrutar de ella (así, se nos presenta un resumen de lo que le sucedió a la protagonista de la historia durante su estancia en Neptune), lo cierto es que la realidad es muy distinta. Durante gran parte de su metraje no hacemos otra cosa que observar a un buen número de personajes que aparecieron en la serie, averiguando de esta manera qué ha sido de sus vidas. De hecho, incluso asistimos a la clásica reunión de antiguos alumnos de instituto, una excusa perfecta para agruparlos a casi todos en un mismo sitio.
No obstante, hay una trama. Así, Logan Echolls es el sospechoso de haber cometido un asesinato (un idea no demasiado original). Veronica, que ahora quiere ser una abogada de Nueva York, regresa a Neptune para ayudarlo. Sin embargo, retoma lo que creía haber dejado atrás: su pasión por resolver crímenes y delitos. Esta historia se solventa de forma simplona en la segunda mitad del filme, dándonos la impresión de que nos hallamos ante un episodio extendido y flojo de la serie original. Y es que, bajo mi punto de vista, la parte de suspense y el triángulo amoroso de la narración no funcionan. Obviamente, estoy convencido de que esto no será un impedimento para que los fanáticos de “Veronica Mars” disfruten de la película. El humor mordaz de su heroína sigue ahí, al igual que su aplomo a la hora de resolver situaciones complicadas (por no mencionar los múltiples guiños que sólo comprenderán los que no se han perdido ninguna temporada de la serie). Pero, insisto, Thomas se queda corto en lo que respecta al argumento principal de su último trabajo.
Por otro lado, se nota que, como realizador, se esfuerza en dotar al largometraje de un decente acabado visual, aunque en ocasiones le resulta difícil ocultar su procedencia televisiva. En cuanto al reparto, no hay duda de que a Kristen Bell le encanta interpretar a Veronica Mars, de igual modo que se percibe que Jason Dohring ha crecido como actor. Personalmente, me encanta volver a encontrarme con Tina Majorino, pues Cindy era uno de mis personajes favoritos, por no mencionar que existen varios cameos de famosos actores. Por cierto, si se pone de moda resucitar series que ya han terminado, quisiera apuntar que me encantaría saber lo que les ha sucedido a los personajes de “Everwood”. ¿Querrá Greg Berlanti iniciar una búsqueda de fondos para sacar adelante una producción cinematográfica sobre los Brown y sus amigos? ¿Estarían dispuestos Emily VanCamp, Chris Pratt o Marcia Cross a rebajar sus salarios con tal de participar en un proyecto de estas características? Y a vosotros, ¿qué serie os gustaría que tuviera su propia película?