Crítica de "Godzilla" (1998)

Si algo podemos sacar en limpio de "Godzilla", es que Roland Emmerich es un director digno y eficaz, pero, por desgracia, no sabe crear personajes profundos o diálogos mínimamente sólidos. Esperemos que algún día se dé cuenta de sus limitaciones (lo mismo digo del productor Dean Devlin), que acepte narrar las historias de otros, algo que no supondría ningún demérito para él. Y digo esto porque Emmerich, tan denostado en los últimos años, es un creador de imágenes infinitamente más competente que otros directores tan "prestigiosos" como Michael Bay. Este hombre bebe del cine en todas sus películas, pero, mientras para muchos críticos esto supone un plagio, en mi opinión se trata de una forma de realizar homenajes tan legítimos como los que hace Tim Burton, por poner un ejemplo. Porque, en realidad, Emmerich busca con afán en sus películas el entretenimiento del espectador, y aunque no siempre lo consigue, al menos pone todo su empeño en ello. Pero, claro, si confía excesivamente en el poder visual de su trabajo (olvidándose de que un filme nunca está compuesto al cien por cien por efectos especiales), si prescinde de una historia novedosa y sostenible, entonces el conjunto de una producción cinematográfica se resiente de forma obligatoria.
Eso es lo que sucede en "Godzilla". Porque, ¿de qué vale que el director cumpla su función con decoro si los actores parecen sacados de cualquier filme de la saga "Agárralo como puedas"? ¿Para qué sirve que el espectador contemple cientos de fragmentos con efectos especiales, si anteriormente ha bostezado en múltiples ocasiones por falta de movimiento y de diálogos coherentes? Esos son los defectos de "Godzilla". Tras unos magníficos títulos de crédito, la presentación del gigantesco lagarto no tarda en llegar, con buenas escenas en Nueva York, de día. Pero después, tras la evacuación, interviene el ejército y todo se vuelve más aburrido y lento, y los personajes hablan y hablan para no decir nada. Es absurdo que un animal tan gigantesco no se pueda localizar y se pierda durante media hora del metraje de la cinta. Aparecen entonces personajes ridículos, como el alcalde y su ayudante, y militares inútiles que recuerdan excesivamente a "Independence Day" (ahora que el género bélico resucita, Emmerich debería subirse al carro: ¡su "experiencia" en este campo es indiscutible!). Repito, son treinta minutos (o más) tediosos, largos y que no aportan nada. Hay unos cuantos disparos a la bestia, sí, pero se trata de unas imágenes carentes de espectacularidad, que parecen falsas, pues Godzilla se mueve por entre edificios que más parecen maquetas en miniatura que otra cosa. Y detrás, los helicópteros también de un lado para otro, buscando a una presa excesivamente rápida para su tamaño.
Sin embargo, con el descubrimiento de los huevos de Godzilla y con la aparición de las crías, la película crece en intensidad, acentuada gracias a las excelentes secuencias en las que los protagonistas tienen que huir en un taxi. No obstante, al final uno tiene la sensación de que esto ya lo ha visto antes. Y no me refiero a los homenajes (o copias descaradas, según se mire) a "Parque Jurásico" o "King Kong", sino al intento de hacer una especie de "Independence Day 2" (explosiones de edificios, destrucciones por doquier, coches que salen despedidos de un lado para otro, la militarización ya comentada...). Particularmente (en parte por mi afición al género de catástrofes), hubiera preferido que la ciudad de Nueva York no fuera evacuada, que Godzilla hubiera aparecido una primera vez, causara un pequeño caos, y posteriormente se escondiera en el agua. Los neoyorquinos, confiados, durmiendo tranquilamente en sus casas, comenzarían a oír sus poderosos rugidos durante la noche: la bestia regresa. En fin, que me quedo con los tiranosaurios y los velociraptores, que para mí un ser como Godzilla es demasiado grande y da mucho menos juego que, por ejemplo, sus hijos o un dinosaurio de Spielberg.
Volviendo a los actores, decir que, en general, y salvo Matthew Broderick y Jean Reno, están horribles (en especial Maria Pitillo y Hank Azaria). Bien es cierto que sus personajes no ayudan mucho a la hora de realizar una buena interpretación, pero también Morgan Freeman decía un montón de tonterías en "Deep impact" y no por ello perdía la sobriedad que siempre encontramos en sus actuaciones. Por poner algún ejemplo, la reacción de Azaria cuando sobrevive al "pisotón" de Godzilla es demencial, y las caras de susto de Pitillo, o los momentos en los cuales llora enfurruñada consigo misma, no es que sean muy afortunados.
Hoy en día, y gracias a los efectos especiales, se puede hacer cualquier cosa. No obstante, las limitaciones perduran (por eso se rueda de noche y con lluvia), y, aunque las apariciones de Godzilla son espectaculares en casi todas las ocasiones, hay que destacar aquellos momentos en los que la cámara se mueve de un lado a otro al compás del animal, pues presentan una dificultad mucho mayor que las escenas en las que las cámaras están fijas. Respecto a las crías de Godzilla, la verdad es que me quedo con los velociraptores de Industrial Light & Magic, pues creo que están mejor integrados con el escenario y su animación es más perfecta (por cierto, también los hijos de Godzilla se mosquean entre sí, como en "Parque Jurásico" y "El mundo perdido").
Respecto a la partitura instrumental, Emmerich vuelve a confiar en David Arnold para que le componga la música de una de sus películas. Y no es de extrañar, porque su labor jamás deja insatisfecho a un amante de las bandas sonoras. Crea música atmosférica y tensa para la llegada de la criatura, y en otras partes de la cinta no duda en buscar temas emotivos y pegadizos, al estilo de los de "Stargate" o "Independence Day".
Crítica revisada de un texto originalmente escrito el 15-9-1998
Bueno, es que la película se deja ver, pero no es nada del otro mundo. Lo mismo sucede con otras películas comerciales del director (incluida "Independence Day").
Recuerdo que la vi en estreno, fui con mis hijos que la pasaron rebién, con suspenso y emoción plena. Me gustó tanto como Jurassic de spielberg, a mis hijos más; y fue un éxito mundial, menos en EE.UU en su estreno, después de algunos años si. Desde su estreno los críticos yanquis y el publico de ese país no la apoyo porque varias veces los ridiculizan: mascando chicles, militares incapaces, políticos estúpidos y convenidos, pueblo asustadizo y otros. Y la estrella que se aventura es francesa, no yanqui. El fin de la película como la mayoría que realizan en USA, solo busca entretener y lo logra; no busquemos tres pies al gato. Es una buena película de entretenimiento y punto.
Más que de acuerdo contigo Marlene, yo siempre me entretengo cada vez que la veo, especialmente con el Jean Reno y Hank Azaria, una aventura entrenida en una peli de caos americana
me la vi ayer y me gusto mucho EJERCITO GODZILLA
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Vaya, y aun así le has puesto un 5/10, Yo aun recuerdo cuando vi esta peli en el cine y me encantó porque vi por primera vez al monstruo japonés, y aunque sabiendo desìpués que es más discrepante en relación a los demás godzillas, aun opino igual, admito que tiene bastantes pegas, algunas las acepto, otras las paso por alto y otras no llego a verlas.
el estilo de acción americana de los 90 está bien presente, con menos tecnicismos que en la actualidad.