Crítica de "300: El origen de un imperio"

En su día, "300" no logró convencerme. Dado que "300: El origen de un imperio" es una película bastante continuista con respecto a aquella, me pasa exactamente lo mismo que con el título que nos narró las peripecias de Leónidas en la batalla de las Termópilas. Así, en esta ocasión nos encontramos otra vez con un héroe, Temístocles, que pretende enfrentarse a los persas liderados por Jerjes. Por supuesto, lo hará en inferioridad numérica y, aquí viene lo novedoso, en el mar.
La película, que es al mismo tiempo una precuela y una secuela de "300" (por no mencionar que algunos de sus pasajes transcurren en su misma línea temporal), no sólo nos relata los orígenes del imperio griego, sino también el de los dos villanos de la historia: Jerjes y Artemisia (cierto que en el prólogo se nos cuenta algo de Temístocles, pero siempre desde el punto de vista de sus antagonistas). Las tramas políticas o las escenas románticas se dejan a un lado, motivo por el cual la duración de la cinta resulta la adecuada. Y, desde luego, el esquema de su libreto no engaña a nadie. Tras las citadas presentaciones, se combinan una serie de diálogos y discursos rimbombantes con sangrientas escenas de acción.
Cómo no, el director Noam Murro se mantiene fiel al estilo visual de Zack Snyder y no duda en recurrir a las ralentizaciones para en teoría dotar de mayor épica a las trifulcas que observamos en la pantalla. Los efectos especiales huyen de la naturalidad, al igual que la fotografía. En cuanto al reparto, a Sullivan Stapleton se le ve algo soso en su papel protagonista, todo lo contrario de lo que sucede con Eva Green (quien últimamente le ha cogido el gusto a esto de dar vida a la villana de la función). "300: El origen de un imperio" satisfará a los que en su día disfrutaron con su antecesora (aunque no creo que les guste más). A los espectadores que preferimos epopeyas clásicas con vestimentas tradicionales... sólo nos queda aguardar a que alguien en Hollywood escuche nuestros ruegos.
  1. La verdad que yo tuve que ver dos veces 300: Rise of an Empire para entender que se trataba de una historia paralela a la primera, e incluso vi otra vez 300 porque no recordaba muy bien algunos detalles.

    1. Joaquin dice:

      Es que, cuando se inició este proyecto, no estaba claro si iba a ser una secuela o una "precuela". Al final se podría definir como un spin-off, pues, como bien comentas, también narra una historia paralela.

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