"Touch", una serie infravalorada

"Touch" gira en torno a Jake (David Mazouz), un niño de once años que sufre un trastorno psicológico que le impide hablar y expresar sus sentimientos. Desde la muerte de su madre en los atentados del 11-S, el pequeño vive con su padre, Martin Bohm (Kiefer Sutherland), que, ante la pérdida de su esposa y los intentos fallidos para comunicarse con su hijo, vive sumido en la desesperación.
Sus vidas cambian cuando Clea Hopkins (Gugu Mbatha-Raw) llama a su puerta. Esta trabajadora social se muestra interesada por el bienestar de Jake y plantea la posibilidad de ingresarlo en un centro donde recibirá una atención especializada. Martin, en su lucha por mantener a su hijo con él, se centra aún más en poder entablar algún tipo de conexión con el pequeño. Algo que empezará a dar sus frutos cuando descubre que Jake puede comunicarse de una manera: a través de los números.
La primera temporada de “Touch” conjuga de forma muy equilibrada los aspectos dramáticos de la historia con el don especial de Jake, intentando así que el espectador viva el proceso que Martin va experimentando a medida que va logrando comprender la sorprendente habilidad de su hijo con los números. El resultado me parece magnífico, tanto que los 13 episodios de la primera temporada me supieron a poco.
La segunda temporada pierde un poco de ese equilibrio y se centra más en la acción, abordando la historia desde un punto de vista más dinámico, y, por tanto, restando importancia al lado más personal. Algo que, para mí, empobrece un poco ese ambiente tan especial conseguido en su inicio. No obstante, la serie me siguió resultando atractiva e interesante hasta el capítulo final.
Esta serie está un tanto infravalorada porque la gente le cogió manía al creador de "Héroes" a partir de su segunda temporada. Es una lástima, porque creo que "Touch" se ve con agrado. Tiene defectos, por supuesto, pero personalmente me sorprendió de forma muy agradable.
Deja una respuesta
Me gustó mucho la humanidad que mostraban en esta serie, como de alguna forma todos estamos conectados, y no nos damos cuenta. La forma de pensar del chico es interesante y hasta creible, y Kiefer haciendo de padre luchador por su hijo, es tambien buena porque no es un papel al que se le vea hacer pero le pega en comparación con las pelis y series de accíon que hace.