Crítica del final de "Juego de tronos"
Esto es, sin duda alguna, un texto para fans de "Juego de tronos". Por supuesto, contiene algunos spoilers, pero quiero que analicen conmigo lo que esta serie nos dejó.
Cuando me di cuenta de que se acercaba el fin de "Juego de tronos" – a pesar de no estar disfrutando del todo la extremadamente rápida última temporada –, me percaté de algo: necesitaba escribir para expresarme, necesitaba que se escuchara aún más de lo que ya se está escuchando que en la historia de la televisión esto realmente era un antes y un después. Sentía que yo tenía que hablar de esto, de lo que ha significado para millones de personas y de lo que significará aún para muchos.
Indudablemente, "Juego de tronos" ha sido un rotundo éxito tanto televisivo como de la serie de novelas de las que emana, pero ahora ha terminado (al menos en su formato televisivo), y con ello muchos de nosotros nos quedamos pensando por qué nos cautivo tanto y no queremos aceptar su fin.
Desde el inicio, "Juego de tronos" fue una serie diferente, donde un día tenías un personaje favorito y pareciese que era el indicado para continuar con el arco de la historia, pero en el siguiente capítulo lo perdías; Poniente (Westeros) era un mundo brutal, donde raramente había segundas oportunidades, y esto es lo que lo hacía más cercano a nuestra propia realidad.
"Juego de tronos" es la serie más apegada a la realidad humana y política que he visto en la televisión, con el mejor desarrollo de personajes y la mejor creación de mundos. Y eso que, al escuchar una sinopsis de la trama, ésta suena lo más alejado de lo anterior. Y es que, en efecto, es una serie de fantasía, donde los dragones surcan los aires mientras mujeres y hombres pelean por el poder en un continente que está a punto de ser destruido por no muertos.
Y, sin embargo, casi cada personaje en esta serie tiene más tonos de gris que lo que incluso vemos en el día a día. Recuerda a aquel poema de "El lobito bueno", de José Agustín Goytisolo, que dice:
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.
Un mundo al revés en efecto podía parecer, porque nos cambió lo que esperábamos de una serie de televisión y de sus personajes. Raramente quien empieza como un villano termina como un héroe o viceversa, y en "Juego de tronos" todo se reduce a puntos de vista, donde inclusive ahora habiendo visto el final, no estoy completamente seguro de llamar a Daenerys una villana.
Creo que no lo era, como tampoco de llamar a Jaime un mandilón, pues considero que sólo sucumbió al deseo del amor, sin duda el arma más filosa y peligrosa de toda esta saga, lo cual incluso en el último capítulo toma gran relevancia.
Y no sólo en estas cuestiones "Juego de tronos" nos mostró un mundo más real al que vemos normalmente en televisión, ya que hizo patente uno diverso, que es el que más nos toca, porque resulta innegable que la vida real es igual de variada.
A "Juego de tronos" nunca le dio miedo ocultarlo (algo que a muchas otras series sí), porque lo real no tiene por qué taparse, ya que esto no tendría sentido.
Como en una clásica tragedia griega en la que el personaje por más que lo intente no puede cambiar quién es en el fondo, suena contraproducente realmente que muchos de los personajes de esta serie en el final lo intentaron y no pudieron. ¿Es eso realmente desarrollo de personajes?
Pues sí, aunque en el inicio cuesta entenderlo, es algo de lo más humano que nos ofrece la serie: a veces no podemos escapar de quiénes somos a pesar de todos los viajes y retos que hacemos para lograrlo; y tal vez viendo cómo en nuestra serie favorita personajes entrañables no pueden tampoco, eso nos impulse a ser mejores en nuestro día a día.
Y no es que todos no lo hayan logrado: Arya dejó finalmente a un lado su deseo de venganza y esto le salvó la vida.
Lo que hay que agradecerle a "Juego de tronos"
9 años después y con 73 capítulos contados, "Juego de tronos" baja su cortina, pero no se va sin enseñarnos que a veces tenemos que perdernos en la fantasía para entender un poco más nuestra realidad, que termina siendo más extraña que la propia fantasía.
Entonces nos queda agradecer haber presenciado esta "Canción de Hielo y Fuego", agradecer a Tyrion Lannister por enseñarnos que todos tenemos valor, a Sansa y Arya Stark por mostrarnos que nuestra vida es más de lo que la gente espera de nosotros, y por qué no, a Cersei Lannister por demostrarnos lo que el amor de una madre significa y el poder que conlleva, sin mencionar a cientos más de personajes de los que probablemente todos podríamos sacar algo que aprender, porque en ese caso jamás terminaría.
Todos tuvimos un personaje con quien nos identificamos. Viva hoy o no en esta historia, se nos quedará marcado el porqué lo admirábamos. En mi caso fue la Reina Dragón, Daenerys Targaryen ( y sus más de 100 títulos bien ganados), con quien pasamos un camino en el que se buscaba un mundo mejor y ayudó en gran manera a construirlo, pero que perdió a todos los que le daban sentido a su mundo debido a su ambición y nos dejó ver cómo ésta es peligrosa y qué podría pasar si a cualquiera de nosotros nos pasase eso.
Una entrevista con Maisie Williams nos reveló lo que es algo muy fiel a esta serie: cuando se encontraba en la sala de casting, ella sólo era una niña pequeña, desaliñada, no tenía en su parecer la mejor cara y alrededor de ella había niñas que pensaba eran más hermosas y arregladas que ella.
Es por ello que pensó que jamás obtendría el papel, hasta que se enteró que se lo dieron y entendió que ella es lo que exactamente buscaban: algo real, alguien real, lo que me vuelve a traer al punto de la realidad en esta serie.
Tal vez no todos amen el final, pero de algo sí estoy seguro: a veces el camino nos enseña más que el destino, así que, gracias, George R.R. Martin, por crear este mundo y estos personajes, gracias, D.B. Weiss y David Benioff, por adaptarlo lo mejor que pudieron, y gracias a todo el reparto y equipo de producción que nos enamoró de esta serie.
Invito a todos a que en los comentarios digáis quién es vuestro personaje favorito y por qué, pues estoy seguro de que estaremos hablando de ella por años.
P.D. Recordemos que este no es el final del mundo de Poniente. Nos queda ver la conclusión que tendrá en los libros y de qué irán los distintos spin-offs de esta serie.
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Magnifica opinión, gracias por no ponerla a parir. Una tragedia griega, a eso me ha recordado este final.
Juego de tronos nos a demostrado que nada ni nadie es perfecto.
Pero eso no impide que las buenas personas dejen de intentarlo, de madurar o caer. De aprender a ser mejor o consumirse hasta donde uno cree.
Que esta serie quede en memoria de que obremos con la mayor rectitud posible. Entre los Haters, fans y los que aceptan sus virtudes y defectos. Que esta canción de Fuego y Hielo se repita siempre para q no se olvide.
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