Crítica de la primera temporada de "Las chicas del cable"
Para que se entienda mi punto de vista sobre "Las chicas del cable", considero que la mejor forma de comenzar esta crítica es remitirme a la sinopsis que Netflix nos ofrece en su página web:
En el Madrid de los años 20, cuatro chicas viven romances, amistades y cambios sociales en su lugar de trabajo: la recién nacida compañía de teléfonos.
Una vez leído el argumento, mis expectativas sobre la serie se basaban en las vivencias de estas cuatro jóvenes dentro de su oficina, algo que me resultaba realmente interesante. En nuestra sociedad no es difícil haber escuchado historias de nuestras abuelas, madres o conocidas sobre su primer trabajo como telefonistas y los recuerdos que conservan.
Por eso considero que esta temática podría ser un gran gancho para diferentes generaciones, unas se verían reflejadas en los personajes, y el resto nos podríamos adentran en el mundo del que tantas veces oímos hablar.
El primer capítulo te engancha, ver el ambiente en que se movían y cómo emergía una nueva forma de comunicación en España me resultó muy entretenido. Destacar especialmente la gran recreación del conocido edificio de Teléfonica, una muestra de la inversión que Netflix ha realizado en su primera serie española.
Además de meternos en la piel de una telefonista, en este primer episodio también se introduce al espectador en el comienzo de otras tramas más ocultas que se antojan muy interesantes. Por si esto no fuera poco, también se recrea la primera llamada transcontinental protagonizada por el Rey Alfonso XIII y Calvin Coolidge, presidente de los Estados Unidos. Añadir hechos históricos era la guinda final para que me entusiasmara con el encanto mostrado en este espectacular inicio...
Sin embargo, a medida que pasaban los capítulos esta recreación inicial fue en decadencia... Esa descripción que Netflix nos dio como reclamo publicitario se va desvaneciendo a pasos agigantados. Tanto que al final la historias de estas cuatro chicas transcurren más fuera que dentro de su lugar de trabajo, reflejando un ambiente que poco tiene que ver con las costumbres y las formas que todo ciudadano tenía que aparentar en público, y que, por tanto, marcaban el pensamiento mayoritario de las personas.
Si decides ambientar una serie como "Las chicas del cable" en una determinada época, debes asumir que te tendrás que ajustarte a esas normas implícitas que dicha época imponía.
Por ejemplo, y sin tener que caer en spoilers, me remito al personaje protagonizado por Maggie Civantos. Se trata de una mujer casada, algo que por entonces era incompatible con poder trabajar. Puede parecer un detalle absurdo, pero si va unido a otro cúmulo de situaciones incongruentes con la mentalidad de esos tiempos, hizo que ese encanto inicial no sólo se desvaneciese, sino que el visionado de los últimos capítulos acabó resultándome tedioso...
El reparto de "Las chicas del cable"
Con respecto a los intérpretes de "Las chicas del cable" sólo puedo decir que están correctos y, si he de ser exigente, comentar uno de los grandes problemas que algunos de los jóvenes actores españoles deben mejorar: la vocalización. Algo que resulta más evidente cuando en una misma escena se juntan actores de diferentes generaciones, y es ahí donde los más veteranos dejan en evidencia este aspecto.
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