Pésimas noticias para todos los que aplaudimos la incorporación de Spider-Man al universo cinematográfico de Marvel, pues podría abandonarlo en breve.
Como seguramente sabéis, los derechos para la gran pantalla del personaje pertenecen a Sony Pictures, que, tras la tibia acogida de The amazing Spider-Man 2: El poder de Electro, optó por colaborar con Marvel Studios y contentar a los seguidores del trepamuros.
Después de las espectaculares recaudaciones de Spider-Man: Lejos de casa, título que se ha convertido en el más taquillero de Sony Pictures, nada hacía pensar que existieran severas discrepancias entre esta compañía y Disney (propietaria de Marvel).
Pero, sí, las hay, pues ambos estudios no han llegado a un acuerdo para prorrogar la colaboración que hasta ahora mantenían. Tras meses de reuniones, Disney propuso que ambas empresas financiaran los largometrajes de Spider-Man a partes iguales.
Sony rechazó esta oferta y se limitó a decir que quería seguir con el modelo actual (mediante el cual Disney recibe el 5% de las recaudaciones y del merchandising). De nuevo, no hubo acuerdo entre las partes.
Esto significa que Kevin Feige ya no será uno de los productores de los futuros filmes de Spidey (hay dos en preparación, con Jon Watts repitiendo como director y Tom Holland otra vez de protagonista).
Entiendo que en Sony están confiados tras el éxito de Venom, que personalmente no me entusiasmó, y después de ganar un Oscar a la Mejor Película de Animación por Spider-Man: Un nuevo universo. Por otro lado, supongo que en Disney creen tener la sartén por el mango tras convertirse Vengadores: Endgame en la película más taquillera de la historia.
¿Quién pierde en todo este asunto? El espectador, que se había acostumbrado a la presencia de Spidey en el universo cinematográfico de Marvel y que ahora puede quedarse sin él. Todo por una pura cuestión de dinero entre compañías que, desde luego, no se puede decir que estén arruinadas...