Toda la verdad sobre los problemas de producción de "La leyenda del samurái: 47 ronin"

Ahora que hasta los dirigentes de Universal Pictures admiten en público que "La leyenda del samurái: 47 ronin" será un gran fiasco de taquilla (en realidad hace tiempo que asumieron que el filme les reportará unas pérdidas de entre 120 y 150 millones de dólares), es un buen momento para repasar cómo es posible que se haya llegado a esta situación.
El estudio se interesó por el proyecto en 2008. Su intención era que el filme fuera una especie de "El Señor de los Anillos" ambientada en el continente asiático del siglo XVIII. Los primeros borradores del guión contaban con un buen número de deslumbrantes combates con espada, una idea que parecía muy atractiva (tanto para contentar al mercado occidental como al oriental). Chris Morgan ("Fast & furious 6") redactó el libreto original. Éste incluía ogros misteriosos y magia negra, por no mencionar que ya aparecía el guerrero mestizo Kai.
Comenzó entonces la búsqueda de su director, trabajo que fue a parar a manos de Carl Rinsch (quien nunca se había hecho cargo de un largometraje). Sin embargo, sus detallados storyboards impresionaron a los mandamases de la major. Los problemas llegaron cuando el cineasta quiso que el filme se asemejara a una película japonesa, de ahí que su reparto estuviera formado por actores de dicho país. A Universal no le gustaba la idea de que el público no los conociera, de ahí que Keanu Reeves se sumara a su elenco.
El protagonista de "Speed" estaba interesado en encarnar a Kai, pero consideraba que dicho personaje no se integraba bien en la trama principal de la cinta. Fue entonces cuando Hossein Amini reescribió el guión para cumplir con los deseos de Reeves, por no mencionar que se simplificaron los diálogos (según parece, no todos los intérpretes japoneses hablaban bien el inglés, de ahí que les resultara difícil pronunciar algunas de sus frases; de hecho, primero rodaron sus escenas en un idioma y luego en otro). 
El presupuesto se disparó cuando Universal tomó la decisión de rodar el filme en 3D, apuntándose de esta manera a una moda iniciada por "Avatar". Para ello se construyó un costoso decorado que recreaba el lugar en el que vivían los samuráis. El primer montaje de la película se pudo ver a comienzos de 2011. A los directivos del estudio no les convenció la historia y ordenaron que se hicieran cambios en la misma. Por ese motivo se rodaron escenas adicionales, incluyendo unas en las que Reeves aparecía más en la conclusión del relato. 
Rinsch se quejó por estas modificaciones. De hecho, lo más probable es que no se tuvieran en cuenta sus ideas en el montaje final (en el que trabajaron varios profesionales, desde Craig Wood hasta Stuart Baird). Temiendo lo peor, se decidió estrenar primero el filme en Japón, esperando que el público de dicha nación recibiera con los brazos abiertos un título de Hollywood que se basaba en una de sus leyendas más populares (de hecho, se exhibió una versión distinta a la de Occidente). No sirvió de nada y "La leyenda del samurái: 47 ronin" pasó desapercibida por la cartelera nipona.

Fuente: Variety

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