Así, observamos el planeta Tierra desde el espacio y cómo dicho astro se transforma poco a poco en la cabeza de… ¡Charlie Brown! Sin embargo, semejante trascendencia es rota por el perro Snoopy, que brinca de un lado para otro mientras su dueño se lleva la mano a la cara. Eso sí, luego no puede resistirse a los encantos del animalito. La técnica del filme no parece deslumbrante, aunque es obvio que sus responsables han buscado una mezcla entre las 2D y las 3D. A finales de 2015 comprobaremos qué tal les ha quedado el asunto.