Tras el impacto que supuso "Vengadores: Infinity War" en el universo cinematográfico de Marvel, había ganas de ver "Ant-Man y la Avispa". Su antecesora debutó de forma correcta en la taquilla, si bien sus recaudaciones finales fueron mayores de lo esperado gracias a la buena recepción que le dispensó la crítica y al boca a oreja de los espectadores.
Esta secuela no se aparta ni un ápice del tono utilizado en "Ant-Man", por lo que podríamos calificarla como una película liviana, un divertimento que es consciente de la ligereza de sus planteamientos. A cambio nos ofrece mucha diversión en sus nada aburridas dos horas de metraje.
Los chistes son incesantes, mientras que los pasajes más moviditos siempre vienen acompañados por elementos graciosos. Sin duda, los mejores son aquellos en los que se modifica el tamaño de ciertos personajes, bien sea incrementándose o reduciéndose.
Visualmente está muy conseguida, aunque sus efectos especiales no suponen ninguna revolución si los comparamos con los de películas similares.
No todo es positivo en "Ant-Man y la Avispa"
Ahora bien, lo malo de que "Ant-Man y la Avispa" se supedite tanto a su anterior entrega es que de nuevo nos hallamos ante un título que es más comedia que acción. De igual modo, otra vez los villanos son el punto flaco de la cinta.
Fantasma está completamente desaprovechada, mientras que Sonny Burch deja bastante que desear como un antagonista de segunda categoría (incluso se nos muestra a sus esbirros como si fueran unos completos lelos).
Todo esto provoca que el público nunca sienta que una verdadera amenaza se cierne sobre los protagonistas, restándole emoción a la historia.
Sé que los responsables del filme buscaban eso, pero por mi parte echo de menos que se retrate con mayor seriedad a personajes como Scott Lang o Hank Pym. Su relevancia en los cómics es enorme, de igual modo que lo podría ser el diminutivo mundo en el que se mueven (que, no obstante, tengo la esperanza de que sea tratado como se merece en posteriores largometrajes de Marvel).
El reparto de "Ant-Man y la Avispa"
Tal y como sucedía en "Ant-Man", la relación entre Scott, Hope y Hank es uno de los mejores aspectos de "Ant-Man y la Avispa". El éxito de su química se debe a la magnífica labor de Paul Rudd, Evangeline Lilly y Michael Douglas.
De los nuevos intérpretes, Laurence Fishburne tiene un papel bastante soso y al que no se le saca todo el partido que debiera. Michelle Pfeiffer aparece muy poco tiempo en pantalla, así que apenas podemos disfrutar de su presencia.