Crítica de "Tully"
Jason Reitman, el director de "Tully", comenzó su carrera cinematográfica de forma estupenda. "Gracias por fumar" y "Juno" funcionaron muy bien en la taquilla (sobre todo esta última), recibiendo además todo tipo de parabienes por parte de la crítica.
Con su primera incursión más comercial, "Up in the air", no le fueron nada mal las cosas. Pero a partir de "Young adult", cinta cuyo visionado recomiendo, perdió el favor del público (tal y como sucedió con "Una vida en tres días" y, sobre todo, "Hombres, mujeres & niños").
Tras hacerse cargo de varios capítulos de la serie "Casual" (incluido el piloto), Jason Reitman regresa a la gran pantalla con "Tully". Y lo hace con Diablo Cody, su guionista fetiche.
"Tully", una película mejorable
La película nos cuenta la historia de una mujer que se siente completamente agobiada tras ser madre por tercera vez. Su marido no es que la ayude mucho en las tareas del hogar, así que su adinerado hermano quiere contratar a una niñera para que al menos ella pueda dormir por las noches.
"Tully" es una cinta muy tramposa, de tal modo que algunas de sus situaciones, que nos parecen un tanto extrañas, sólo cobran sentido una vez que observamos su conclusión.
El filme triunfa a la hora de exponer las dificultades de una madre y esposa que ha de lidiar prácticamente sola con los problemas de cuidar a un bebé y a sus otros dos hijos. No es que su marido sea una mala persona, lo que sucede es que este último no es capaz de percatarse de lo mal que lo está pasando su mujer.
Aunque viven juntos, se llevan bien y comparten un proyecto familiar, existe una barrera en el matrimonio, en concreto una evidente falta de comunicación.
A pesar de su reducida duración, "Tully" es un filme que utiliza más minutos de los necesarios para contarnos su historia. Ésta funcionaría muy bien en un corto, pero, bajo mi punto de vista, se queda un tanto extensa para exponerla en un largometraje.
Buena prueba de ello es que la chica que da título a la película hace acto de presencia en la trama cuando ya ha transcurrido un tercio de la misma. Posteriormente, sus distintas apariciones nos deparan momentos bastante irregulares.
Por ejemplo, la mezcla de comedia con drama no funciona tan bien como sí sucedió en las mencionadas "Juno" y "Young adult". Donde "Tully" sí convence es en sus pasajes emotivos, la mayoría de ellos centrados en la relación de la protagonista con sus hijos.
Charlize Theron, lo mejor de "Tully"
Y hablando de la estrella del filme, no hay duda de que Charlize Theron nos cautiva con su magnífica interpretación. No sólo se transforma físicamente para que nos creamos aún más su papel, sino que en todo momento consigue que sintamos las emociones de su personaje.
La labor de Mackenzie Davis, Ron Livingston y Mark Duplass también es buena, pero no pueden hacerle sombra a una Theron en estado de gracia.
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