Crítica de "Sin rodeos"
Tras las cinco entregas de la saga "Torrente", Santiago Segura regresa como director con "Sin rodeos" (película en la que se reserva un papel secundario). No son pocos los que aseguran que esta comedia supone un antes y un después en la carrera del cineasta, pero, ¿de verdad ello es así? Seguid leyendo la crítica y os explico mi punto de vista.
¿De qué va "Sin rodeos"?
Paz es una mujer cuya vida no le satisface. Sí, tiene pareja, pero no sólo ha de mantenerlo a él, sino también a su hijo. Sí, tiene trabajo, pero su jefe lo es por ser hijo de un buen publicista y resulta evidente que a ella la considera un tanto "vieja" para el oficio. Y, sí, tiene una mejor amiga... que no le hace ningún caso cuando le comenta sus problemas.
No es de extrañar que Paz viva continuamente agobiada, de ahí que, desesperada porque ni siquiera su psiquiatra le hace caso, acuda a un sanador tras no cesar de ver publicidad sobre su milagrosa cura en forma de brebaje. Nada más tomarla, comienza a comportarse de forma directa y sin pelos en la lengua...
"Sin rodeos", ¿una película "torrentiana"?
Por desgracia, creo que Santiago Segura no ha sabido desprenderse en "Sin rodeos" de la sombra de "Torrente". Así, ciertos chistes o cameos podrían haberse evitado fácilmente para huir completamente de la que sin duda es una de las franquicias más rentables del cine español.
Son añadidos que no casan muy bien con el resto del tono de la cinta y que, si se hubieran suprimido, la hubieran beneficiado (al menos en lo artístico; desconozco si en lo comercial tienen el tirón necesario como para llamar la atención del público).
Ello propicia que "Sin rodeos" esté repleta de altibajos, sucediéndose momentos que son realmente sólidos con otros que poseen un bajo nivel de redondez. Esa irregularidad afecta muchísimo al visionado del filme, puesto que da la impresión de que nos hallemos ante una montaña rusa en la que se alternan el humor inteligente con una comicidad que personalmente calificaría de bastante más fácil y simplona (en medio también observamos varios pasajes con un atinado toque de emotividad).
En definitiva, a Santiago Segura le falta un guión más trabajado y un poco de ambición para dejar completamente de lado sus comedias más disparatadas y chabacanas. Y es una pena, porque considero que tiene suficiente talento como para lograr ese objetivo, algo que ha desaprovechado en "Sin rodeos" y que ojalá cambie en alguno de sus siguientes largometrajes.
Maribel Verdú, maravillosa en "Sin rodeos"
Si tuviera que elegir qué es lo mejor de "Sin rodeos", sin duda me quedaría con su reparto. La interpretación de Maribel Verdú es fantástica, dándolo todo por el personaje y haciendo que resulte completamente creíble.
También resaltaría la labor de Diego Martín o de Rafael Spregelburd, si bien del elenco de secundarios me quedaría con una Candela Peña en estado de gracia. Sus escasas escenas junto a Maribel Verdú sólo se pueden tildar de hilarantes.
Al respecto, Santiago Segura se revela como un gran director de actores.
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