Crítica de "Lucy": La revolución de la especie

Crítica de "Lucy": La revolución de la especie

No son ni han
sido pocos los partidarios de la idea de que el ser humano medio sólo utiliza
el 10% de su capacidad cerebral, hasta el punto de convertirse a día de hoy en
creencia popular pese a los numerosos desmentidos de sus detractores. ¿De qué
sería entonces capaz alguien que pudiese hacer uso del 100% de la potencialidad
de su mente? Luc Besson intenta responder a esta sugerente pregunta con una
entretenida película en la que Scarlett Johansson interpreta con bastante convicción
a Lucy, una chica de 25 años envuelta accidentalmente en una trama de tráfico
de una substancia experimental.

“Lucy” tiene factores
positivos ya apreciables desde su fase introductoria. Por un lado, cierto carácter
instructivo que adquirirá mayor complejidad a la vez que la protagonista vaya quemando
etapas cognitivas: de la biología más básica que sirve de apoyo para una
exposición accesible y amena de la “teoría del 10%” a cargo del invariable
Morgan Freeman (siempre me ha sorprendido la poca exigencia artística que ha
mostrado la Academia para nominar y premiar a este actor en comparación a otros),
a unos conceptos científicos más rebuscados y nociones de filosofía
existencialista. Esta información es lo suficientemente esporádica como para no
aburrir al espectador menos inquieto
. Por otra parte, la Lucy del nudo y
desenlace de la historia que no siente miedo ante nada poco tiene que ver con
la estudiante inmadura y vulnerable que conocemos al principio (uno de los
aciertos de Besson en este sentido es establecer una barrera idiomática entre ella
y los maleantes, puesto que da intensidad a la secuencia y constituye un buen
contrapunto a su posterior habilidad para la telepatía). La transformación
vital de Lucy invita
, pues, a un segundo visionado de la cinta y prueba el buen
trabajo de Johansson
.

     
Crítica de "Lucy": La revolución de la especie

En cuanto a los
aspectos negativos, cabe señalar que las imágenes intercaladas del mundo animal
(que seguramente responden a la voluntad de Besson por reforzar la narración y dotar a la película de más singularidad con respecto a otras producciones del género)
son innecesarias, aunque lo bastante cortas como para no ralentizar
substancialmente el ritmo narrativo
. Por otra parte, los poderes excelsos de
Lucy quitan emoción a las estupendas escenas de acción, ya que en prácticamente
ningún momento nos hace temer que esté en peligro
una vez la solución química ha empezado a expandirse por su cuerpo (un tanto forzado, por cierto, que los que
provocan tal circunstancia sean los mismos que tienen como uno de sus cometidos
evitarla). Así mismo, no hay la sensación de que haya una buena relación proporcional
entre el grado de capacidad mental alcanzado (del que somos puntualmente
informados) y las nuevas facultades adquiridas, siendo insignificantes, o, como
mínimo, no explicitadas de forma adecuada, las diferencias entre los
porcentajes más próximos. 

Resumen de la crítica de "Lucy"          

Una recomendable película
de ciencia ficción
(convendría recordar lo segundo a los que para promocionarla
quieren hacernos creer que parte de una “premisa real”) con la que uno no lamenta
haber pagado el precio de la entrada
. Magnífico apartado visual con los efectos
especiales y la fotografía.  
Crítica de "Lucy": La revolución de la especie

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