De todos es sabido que a Hollywood le encanta resucitar franquicias, de ahí que no causara sorpresa el anuncio de«Ocean’s 8». A fin de cuentas, se lleva especulando un montón de tiempo con un posible spin-off femenino de esta saga cinematográfica.
El filme ha funcionado bastante bien en los Estados Unidos y, de hecho, se ha convertido en la segunda película más taquillera de todas las estrenadas hasta ahora. Sin embargo, su calidad se asemeja más a la de «Ocean’s twelve» y «Ocean’s thirteen» que a la de «Ocean’s eleven (Hagan juego)». Y eso, desde luego, no es nada bueno.
«Ocean’s 8» y el esquema predecible
La estructura del guión de«Ocean’s 8» es del todo previsible (como también lo era la de la cinta cuyo cartel encabezaba George Clooney). Así, nos topamos con una presentación de personajes, la pertinente preparación del robo y su ejecución (con un posterior epílogo para explicarnos algunos detalles del mismo).
En cuanto a la primera, la única introducción que merece la pena es la de Debbie Ocean. De hecho, me gustó bastante cómo se nos muestra que no es capaz de dejar de lado las conductas que precisamente la enviaron a prisión.
Sin embargo, del resto de sus compinches apenas se nos da algunos detalles. No me refiero sólo a aquellas que poseen un rol más secundario, sino incluso a las principales (caso de Lou o Daphne Kluger).
La preparación del golpe es anodina, convirtiéndose en la parte más floja de toda la película. El problema es que el desenlace no es todo lo rutilante que me gustaría. Resulta muy tramposo y quedan excesivos cabos sueltos, lo que genera la sensación de que en realidad los guionistas nos han tomado un poco el pelo (y eso que es fácil intuir el giro de algunos de los acontecimientos).
«Ocean’s 8», una película sin ritmo
Si analizamos«Ocean’s 8» como un conjunto, lo peor que se le puede achacar es su falta de ritmo. El filme se alimenta de las apariencias, pero no de las que observamos en la pantalla, sino de las que se esconden en su fallido libreto.
Así, se nos intenta hacer creer que todo acontece de forma rápida o que vamos a presenciar un robo verdaderamente increíble. Pero es eso, un mero espejismo que luego provoca nuestra lógica decepción.
Buena culpa de ello es del director, unGary Ross que parece haberse mantenido en la monotonía de «Los hombres libres de Jones». Sus imágenes carecen de nervio, algo que también le sucede al montaje y al guión de la película (que firma con la ayuda deOlivia Milch).
Todo esto se nota mucho porque, a pesar del fabuloso reparto del que dispone, no es capaz de sacarle lustre al mismo. Sandra Bullock todavía puede lucirse en alguna que otra escena, pero, por ejemplo,Cate Blanchett está completamente desaprovechada.
Incluso los personajes deAnne Hathaway yHelena Bonham Carter, que son más histriónicos, carecen de la chispa que sí hallamos en otros trabajos de ambas actrices.
«Ocean’s 8» es, pues, una oportunidad perdida para recuperar a lo grande una exitosa franquicia.
PUNTUACIÓN FINAL
Lo peor que le puede suceder a una película de estas características es que no enganche. Y esto es así porque carece de un buen ritmo y el golpe que se nos muestra tampoco es para tanto (al menos en lo que a su escenificación respecta).
En Resumen
- Lo mejor: los nombres que se leen en los títulos de crédito.
- Lo peor: no engancha y llega a aburrir.
Parece que los remakes femeninos de otros de sagas anteriores no salen tan bien como se suponen.
Bueno, pero en este caso tampoco es que las secuelas de «Ocean’s 11» fueran una maravilla. Supongo que tienes en mente películas como «Cazafantasmas»…