Crítica de 'Objetivo: Washington D.C.'

No te pierdas mi crítica de Objetivo: Washington D.C., la nueva película protagonizada por Gerard Butler. ¿Es mejor que las dos anteriores entregas de esta franquicia? ¿Sirve para pasar un buen rato delante de la pantalla? ¿Posee espectaculares escenas de acción?

Aunque resulta obvio que no es la mejor película del mundo, soy un gran defensor de Objetivo: La Casa Blanca. De hecho, en su día me disgustó que Asalto al poder, otro título de similar temática que se estrenó apenas unos meses después, funcionara mejor en la taquilla mundial (también es verdad que contaba con un mayor presupuesto).

Su secuela, Objetivo: Londres, me decepcionó muchísimo. Tal es así que, a día de hoy, apenas tengo recuerdos de dicho filme (lo que os puede dar una idea de lo poco que me satisfizo).

Desde luego, Objetivo: La Casa Blanca no precisaba de ninguna continuación. Dado que las recaudaciones de dicha secuela fueron todo un éxito, superando incluso a las del título original, aquí tenemos esta tercera parte. ¿Y qué tal está Objetivo: Washington D.C.? ¿Se asemeja más a la primera o a la segunda entrega de la trilogía? Digamos que se quedaría entre medias...

Sinopsis de Objetivo: Washington D.C.

El presidente de los Estados Unidos sufre un ataque que le lleva hasta el hospital. Todos los agentes que le protegían fallecen, a excepción de Mike Banning. Es por ello que el FBI le considera el principal sospechoso del atentado. Banning huye de la ley al tiempo que intenta averiguar quién está detrás de esta conspiración.

Lo mejor de Objetivo: Washington D.C.

No hay duda de que Objetivo: Washington D.C. es una película entretenida. Tarda un poco en arrancar, pero, cuando lo hace, nos muestra una escena tan cuidada como la del ataque de los drones. El resto de pasajes de acción no están tan elaborados, pero cumplen su cometido con eficacia (sobre todo en el tramo final de la cinta).

Otro aspecto a destacar es su reparto. No soy un entusiasta de Gerard Butler, pero sí de Morgan Freeman (sin necesidad de esforzarse demasiado, expresa muy bien el aprecio que el presidente de los Estados Unidos siente por Mike Banning).

No aparece ningún otro intérprete de las anteriores entregas de la saga (de hecho, Piper Perabo sustituye a Radha Mitchell). Pero sí nos topamos con nombres conocidos como los de Danny Huston, Jada Pinkett Smith, Tim Blake Nelson, Lance Reddick o Nick Nolte.

Lo peor de Objetivo: Washington D.C.

Hay que reconocer que la premisa del filme es un poco absurda. Tras todo lo que ha hecho este hombre por su país, enseguida se le echan encima y le acusan de querer acabar con la vida del principal mandatario de los Estados unidos.

Por otro lado, su desarrollo es bastante previsible. De hecho, enseguida se  intuye quiénes son los malos de la función (aunque tampoco es que se tarde mucho en explicárnoslo).

Cierto que intenta ser más reflexiva, enfatizando el sentimiento de pérdida hacia aquellos agentes que mueren en acto de servicio. Incluso a Banning se le otorga un problema personal, pero, bajo mi punto de vista, se nota que es una artificial forma de dotar de supuesta profundidad a la película.

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