Crítica de "Los Increíbles 2"
¿Sabéis cuándo comenzó la producción de "Los Increíbles 2"? Justo después de que se supiera que el director de la cinta original, Brad Bird, había tropezado con su nueva incursión en el cine de imágenes reales.
Hablo de "Tomorrowland: El mundo del mañana", cinta de Disney que rebasó por poco los 200 millones de dólares en la taquilla mundial y que se convirtió en un sonoro fiasco económico para la compañía sita en Burbank.
No dudo de que este proyecto ya estuviera rondando por la cabeza del realizador desde hace unos cuantos años, pero al mismo tiempo estoy convencido de que dicho batacazo comercial aceleró la puesta en marcha de esta continuación.
"Los Increíbles 2", ¿14 años después?
"Los Increíbles 2" comienza justo donde concluyó su antecesora. Si bien han transcurrido 14 años reales desde el estreno del primer filme, esto es algo que no se nota en la secuela.
Tras solventar la venida de El Socavador, la película se desarrolla con una estructura muy similar a la de "Los Increíbles". Y es que da la impresión de que en Hollywood se han puesto de moda los regresos referenciales, tal y como sucedió con, por ejemplo, "Jurassic World" o "Star Wars: El despertar de la Fuerza".
Como en la cinta original, "Los Increíbles 2" nos presenta una primera mitad en la que otra vez se abordan distintos problemas que se pueden encontrar en cualquier familia: desde las crisis de adolescentes hasta los padres que se desesperan a la hora de educar a sus hijos más pequeños.
Es un esquema que sorprende por lo repetitivo que resulta, algo que también se puede decir de la segunda mitad del filme. Así, nos topamos con una vistosa secuencia de acción que resuelve la trama principal. ¡Lo mismo que en "Los Increíbles"!
Ahora bien, este pasaje resulta ciertamente espectacular, quedándonos anonadados con las elaboradas coreografías ideadas por los artistas de Pixar (algo que se puede decir de todas y cada una de las escenas de acción que observamos en el largometraje).
"Los Increíbles 2", ¿merece la pena?
Digamos que, en definitiva, "Los Increíbles 2" no resulta tan sorprendente como su predecesora. Esto es algo que no sólo se percibe en su estructura, tal y como comentaba en anteriores párrafos, sino también en algunos puntos de su historia (la identidad del villano, por ejemplo, es muy fácil de averiguar).
Además, hay algunos altibajos en la narración, sobre todo en su primera hora, hecho que se perdona si tenemos en cuenta el frenesí del resto de la película.
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