«¿Veis a esa aspirante a modelo? Era yo, Deb, hasta
el día en que morí. Me fui directamente al cielo, pero hubo una pequeña
confusión y terminé en el cuerpo de otra persona. Ahora soy Jane, una abogada
superocupada, con su propia secretaría. Tengo una vida nueva, vestuario nuevo y las únicas personas que saben lo que me pasó son mi amiga Stacy y mi ángel de
la guarda. Yo antes pensaba que todo pasaba por algo y, bueno, espero tener
razón».
el día en que morí. Me fui directamente al cielo, pero hubo una pequeña
confusión y terminé en el cuerpo de otra persona. Ahora soy Jane, una abogada
superocupada, con su propia secretaría. Tengo una vida nueva, vestuario nuevo y las únicas personas que saben lo que me pasó son mi amiga Stacy y mi ángel de
la guarda. Yo antes pensaba que todo pasaba por algo y, bueno, espero tener
razón».
Así empieza cada capítulo de "Divina de la muerte", serie que, sorprendentemente, sigue en antena a pesar de su limitado argumento. Si bien esta
peculiar situación descrita en una cabecera que, por cierto, no ha cambiado
prácticamente en los sesenta y cinco capítulos emitidos hasta ahora, se podía
explotar en la primera temporada (quizá
en la segunda también), dando lugar a simpáticos equívocos, llega un momento en el que, si no avanzas en la trama principal, nos quedamos estancados en un bucle
de sucesivos emparejamientos de sus dos protagonistas, Jane Bingum y Grayson
Kent, que nos acaba recordando a la película “Atrapado en el tiempo”.
peculiar situación descrita en una cabecera que, por cierto, no ha cambiado
prácticamente en los sesenta y cinco capítulos emitidos hasta ahora, se podía
explotar en la primera temporada (quizá
en la segunda también), dando lugar a simpáticos equívocos, llega un momento en el que, si no avanzas en la trama principal, nos quedamos estancados en un bucle
de sucesivos emparejamientos de sus dos protagonistas, Jane Bingum y Grayson
Kent, que nos acaba recordando a la película “Atrapado en el tiempo”.
Como no hay forma de desarrollar la trama emotiva (si
Grayson descubre quién es en realidad Jane), a ver por dónde salen los
guionistas para lograr sustituir la base argumental sobre la que gira
toda la serie con otra de similar fuerza que siga enganchando al espectador. Para
colmo, nuevo ángel de la guarda, en esta ocasión podíamos llamarlo un “ángel
florero”, más centrado en lucir abdominales y dedicarse a la buena vida que a
cuidar de su protegida…
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Mientras se lo piensan, esta quinta temporada han
decidido mantenernos “entretenidos” a base de un par de juicios por capítulo,
tan poco trabajados que dan la impresión de ser más propios de simulacros
realizados por estudiantes, que de profesionales del Derecho. Algo que ha
supuesto para mí algo tedioso de ver… Es más, prácticamente podría haber visto
el primer y último capítulo para enterarme del avance personal conseguido por
Jane en esta temporada. Que, todo hay que decirlo, se ha hecho de rogar, pero
el salto parece ser significativo. Esperemos que no se quede en nada y se
consiga volver a los orígenes de la serie.
decidido mantenernos “entretenidos” a base de un par de juicios por capítulo,
tan poco trabajados que dan la impresión de ser más propios de simulacros
realizados por estudiantes, que de profesionales del Derecho. Algo que ha
supuesto para mí algo tedioso de ver… Es más, prácticamente podría haber visto
el primer y último capítulo para enterarme del avance personal conseguido por
Jane en esta temporada. Que, todo hay que decirlo, se ha hecho de rogar, pero
el salto parece ser significativo. Esperemos que no se quede en nada y se
consiga volver a los orígenes de la serie.
