Crítica de "Los Juegos del Hambre: En llamas"

Lionsgate se topó con un buen problema cuando, en abril de 2012, Gary Ross decidió que no se haría cargo de la secuela de "Los Juegos del Hambre". El cineasta argumentó que el tiempo que le daba la compañía para sacar adelante el proyecto era insuficiente, de ahí que optara por apearse del filme. Apenas un par de semanas después, se anunció que Francis Lawrence (el realizador de la discreta "Agua para elefantes") dirigiría la película. El resultado es completamente satisfactorio y continuista, de tal modo que en "Los Juegos del Hambre: En llamas" vuelven a primar los personajes sobre la acción.

La primera prueba de ello la hallamos en sus estupendos minutos iniciales, puesto que se nos presenta a una Katniss Everdeen que vive atormentada por los sucesos acontecidos en los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre. La joven no puede borrar de su mente las atrocidades que se llevaron a cabo en tan repulsivo evento televisivo, el mismo que sirve a las tiránicas autoridades de Panem para mantener a raya a la población de los distintos distritos que conforman el país. Se utiliza el miedo, pues, para acabar con cualquier atisbo de esperanza. El filme nos muestra con acierto los entresijos políticos de esta viciada sociedad, algo que se representa muy bien en cada una de las apariciones del presidente Snow (atención a su primer encuentro con Katniss).

Los pasajes dramáticos poseen una fuerza incontestable, tal y como se puede comprobar cuando la protagonista visita el distrito en el que residía la fallecida Rue. A pesar de su abultado metraje y de que sus pasajes de acción son bastante breves, la película mantiene entretenido al espectador gracias a su sólida trama y al cuidado desarrollo de los personajes. Esto último es algo que comprobamos no sólo en los ya conocidos por todos (Katniss, Peeta, Gale, Haymitch, Effie), sino en los que se incorporan a la historia (destacando de manera especial Plutarch, Johanna, Finnick, Mags y Beetee). 

Al respecto, cabe señalar el buen hacer de todos sus intérpretes. La oscarizada Jennifer Lawrence brilla en el papel de una muchacha a la que la superan las circunstancias y que ha de rebasar duras pruebas emocionales y físicas a lo largo del relato (la actriz plasma de manera perfecta su evolución en las imágenes finales de la cinta). Nada se le puede reprochar a los otros intérpretes jóvenes de "Los Juegos del Hambre: En llamas" (Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Sam Claflin), sobresaliendo del conjunto una carismática Jena Malone

En cuanto al resto, se agradece la presencia de Philip Seymour Hoffman y la contención de los actores que encarnan a los personajes a priori más histriónicos de la narración (Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Stanley Tucci, Toby Jones). Palabras aparte merece Donald Sutherland, quien impone su autoridad sin necesidad de elevar la voz y recurriendo a una clarificadora mirada. Concluyo refiriéndome a los apartados técnicos de la película, en los que se percibe con claridad que en esta ocasión se ha utilizado un presupuesto bastante mayor que en su antecesora (ahí están los efectos especiales para corroborarlo).

Puntuación: 

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