Crítica de la película "Into the woods"
Cuidado con todos aquellos que piensen que "Into the woods" es una típica producción de Disney, porque quizás se sientan un tanto engañados. De hecho, y al contrario de lo que hace con sus musicales animados, el estudio ha optado esta vez por no doblar las canciones en la versión española de la película, puesto que es obvio que nos hallamos ante una obra que no va dirigida a los más pequeños de la casa. Sí, hay cuentos infantiles, pero no adaptaciones exactas de los mismos, sino una reinvención en la que no faltan componentes oscuros que reflejan situaciones de la vida real. Además, el espíritu burlón de la cinta no busca la risa sencilla, sino que esconde cierto cinismo que, insisto, no es con el que seguramente quiera disfrutar el público familiar que acude habitualmente a las salas de cine.
Otro punto que hay que dejar muy claro es que "Into the woods" espantará a los que repudian los musicales y que se llevan las manos a la cabeza cada vez que los personajes de una historia se comunican entre sí por medio de una canción. Tras este necesario prolegómeno, cabe señalar que nos hallamos ante un largometraje un tanto irregular. Aunque posee un fabuloso arranque en el que se nos presenta con agilidad a los protagonistas del relato (el panadero y su mujer, Cenicienta, Jack, Caperucita Roja), quienes exteriorizan cuáles son sus deseos, posteriormente el guión no consigue integrarlos de una forma cohesionada (ni a los mencionados ni a otros que van apareciendo durante la narración).
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Se crea, pues, una sensación de disparidad que no beneficia a la película, puesto que ésta no destaca como un conjunto, sino gracias a determinadas escenas que jalonan su desarrollo. Al respecto, citaré instantes como la primera vez que observamos a Cenicienta en la tumba de su madre, la necesidad de la bruja de que Rapunzel se quede a su lado o la idea que desprende su conclusión. Sin embargo, en general parece que falla el desarrollo de determinados personajes, algo que se acentúa mucho más en la media hora final de "Into the woods". En ella se condensa el segundo acto del musical original de Stephen Sondheim, pero se hace de manera precipitada, de ahí que apenas quede tiempo para que comprendamos la cambiante personalidad de los protagonistas.
El director, Rob Marshall, un especialista en el género ("Chicago", "Nine"), no siempre es capaz de aprovechar las bondades del lenguaje cinematográfico y a veces se limita a mostrarnos una sofisticada representación teatral de la historia. El reparto es magnífico, con James Corden y Emily Blunt demostrando cómo llevar el peso de un filme con su talento. Meryl Streep logra de nuevo evitar la sobreactuación en un personaje que se presta a ello, mientras que Anna Kendrick, Daniel Huttlestone y Lilla Crawford se convierten en las auténticas joyas del elenco (apuntar, asimismo, la corrección de Chris Pine). En cuanto a Johnny Depp, su papel tan sólo se puede considerar como un mero cameo.
La irregularidad de "Into the woods"
Aunque presenta escenas brillantes, se puede decir que "Into the woods" no consigue que la fuerza de su comienzo prosiga en su posterior desarrollo. Además, la evolución de los personajes no está todo lo bien representada que debiera. Es un buen musical, pero, desde luego, no uno de los mejores de la Historia del Cine.
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