Crítica de "Dos buenos tipos"

Crítica de "Dos buenos tipos"

No me fascina la obra de Shane Black, conocido por ser el guionista de "Arma letal" y el director de títulos como "Kiss kiss, bang bang" o "Iron Man 3". La mayoría de los defectos de sus películas se hallan presentes en "Dos buenos tipos", un curioso largometraje en el que nuevamente nos muestra sus virtudes y sus defectos (lo que significa que entusiasmará a sus seguidores y dejará indiferentes a sus detractores).

Su paso por la cartelera estadounidense no ha sido muy triunfal y, de hecho, terminará recaudando poco más de 30 millones de dólares en la taquilla USA (su presupuesto fue de 50 millones, publicidad no incluida). Está claro que las estrellas de Hollywood ya no tienen el mismo tirón que hace unas décadas (hasta me atrevería a decir que lustros), siendo los astros del cine actual las franquicias y las licencias.

"Dos buenos tipos" se desarrolla en la década de los 70, encontrándonos con dos perdedores que se unen para resolver un caso (por un lado está un matón de tres al cuarto y por otro un detective privado un tanto patoso). La cinta combina la comedia y el thriller en lo que es sin duda un claro ejemplo de lo que se denomina buddy movie (películas en las que cobra una especial relevancia la camaradería masculina).

En general, la cinta es divertida, tiene varios gags ocurrentes, no abusa a pesar de su temática del humor basto (tan de moda en el cine actual), y se deja ver sin problemas. Sin embargo, su endeble trama y el hecho de que ciertos chistes carezcan de la fuerza de otros, alargándose incluso en exceso, le restan enteros a un largometraje que, con una menor duración y un mejor sentido del ritmo, hubiera merecido una mejor valoración por mi parte.

Crítica de "Dos buenos tipos"
Kim Basinger contrata los servicios de los protagonistas de "Dos buenos tipos"

¿Un ejemplo de ello? El instante en el que Jackson Healy y Holland March preguntan por Amelia a unos manifestantes que se hacen los muertos en protesta por la agobiante contaminación de la ciudad de Los Ángeles. Creo que es un pasaje que se podría haber abreviado fácilmente, existiendo unos cuantos en los que también sucede lo mismo (y que no mencionaré para no destripar nada más de la película al lector de esta crítica).

Por otro lado, no todos los espectadores aceptarán la surrealista jocosidad del guión de "Dos buenos tipos", el mismo en el que nos topamos con un personaje que no cesa de caerse desde grandes alturas o en el que se nos muestran sus estrafalarios sueños. Pero, insisto, esto es algo muy subjetivo y sin duda lo apreciarán los aficionados al tipo de comedia en el que suele estar involucrado el nombre del mencionado Shane Black (lo siento, pero no me encuentro entre ellos).

La química de los protagonistas de "Dos buenos tipos"

La película atina en las escenas de acción, donde, por cierto, nunca se pierde el carácter cómico del relato. No obstante, el verdadero acierto de "Dos buenos tipos" es la magnífica química que existe entre Russell CroweRyan Gosling. Por si esto no fuera suficiente, cabe destacar la labor de la jovencita Angourie Rice, que se aleja del típico papel de niña repelente. Respecto a los intérpretes secundarios, el personaje de Matt Bomer parece sacado de un cómic, mientras que Kim Basinger apenas aparece unos minutos en la pantalla.

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