Crítica de "Batman Forever"

El resultado artístico de "Batman forever" sólo se podría calificar de decepcionante. Poco importa la presencia de tanta estrella en un filme que flojea de argumento y de guión, si bien al menos cuenta con una aceptable dirección y unos cuidados efectos especiales del fantástico John Dykstra. La película comienza con unos espectaculares letreros iniciales, y continúa con una primera escena de acción en la que ya se atisba la incompetencia de los guionistas. Y es que este es el esquema básico de la cinta: acción, palabras tontas, acción. 

Joel Schumacher, el realizador, aporta un colorido algo mayor que en las anteriores entregas de Tim Burton, pero no tan acusado como se nos decía, puesto que se nota más en los personajes que en los decorados. Respecto a estos últimos, se pueden observar excéntricas novedades, caso de la réplica de la Estatua de la Libertad (a destacar las escenas del accidente aéreo contra dicho monumento, aunque aún se precisa de una mayor fluidez en la animación por ordenador de los seres humanos). Lo que sí continúa Schumacher es el tono sensual de las protagonistas, con una doctora Meridian que en nada desluce respecto a la Vicky Vale del "Batman" original (aunque las dos no llegan al extremo de la mujer gato de "Batman vuelve"). Y también creo hallar en este director una reminiscencia continua hacia la serie de televisión de los sesenta, una especie de homenaje que se refleja en el hecho de que muchas escenas comienzan con un plano inclinado que luego se endereza hacia un plano horizontal. Por último, también es significativo resaltar la propia personalidad de Schumacher, que se observa en algunos momentos del largometraje (ahí están los mil veces mencionados pezones remarcados de los trajes de los héroes).

Ya me referí al principio al guión (pésimo, con un Batman que se queda tan fresco cuando dice a la doctora Meridian que atrae a las mujeres por su coche), obra de los cotizados Lee Batchler, Jane Scott Batchler y Akiva Goldsman. La historia no sólo se nos antoja absurda, sino que se desarrolla de una forma tan increíble que se hace irreparable el daño inicial. Del vestuario de Bob Ringwood hay que señalar que cumple con su cometido. Lo mejor, los trajes de "doble personalidad" de Dos Caras, al igual que el traje blindado de Robin (por suerte, las mallas se quedan en el circo). La música viene firmada por Elliot Goldenthal, autor también de las partituras de "Demolition Man" y "Entrevista con el vampiro". ¿Recuerdan la excelente e inconfundible banda sonora creada por Danny Elfman para su amigo Tim Burton? Labor difícil la de sustituirla. Goldenthal ha optado por olvidar cualquier nota que recuerde a la de "Batman" y ha conseguido salir ileso de tan dificultosa responsabilidad, componiendo un score movidito que se adapta perfectamente a las situaciones que contemplamos en la pantalla.

Y llegó el momento de volver a hablar de los citados efectos especiales, donde priman las explosiones y los efectos generados por ordenador. Las deformaciones de El Acertijo no son nada novedosas, pues se pueden encontrar en cualquier anuncio o serie televisiva. Llaman la atención las espectaculares escenas de caídas, y ello a pesar de que se abusa de ellas. No suponen ningún avance en este campo, pero resultan eficaces.

En cuanto a los intérpretes, señalar que al espectador le da lo mismo que sea Val Kilmer o Michael Keaton el actor que dé vida a Batman/Bruce Wayne. El segundo reforzaba la idea de un Batman más normal, cercano a cada uno de nosotros, con mayor predominio de la técnica en detrimento de la agilidad física. Ahora Batman es más atlético, y ello es así para aumentar las secuencias de acción con respecto a las anteriores entregas de la franquicia. Tommy Lee Jones (Dos Caras) es un malo que pone nervioso a cualquiera, pues no cesa de gesticular y llenar su rostro de diversas expresiones de locura (un recurso típico en aquellos seres perversos que basan toda su fuerza en lo visual). Desde luego, habría que darle una tila, al igual que a Jim Carrey, que nos demuestra, una vez más, que no sabe hacer otra cosa que muecas grotescas y estúpidas sonrisas (y después lo llamará "actuación"...). Vamos, un fiel reflejo de lo que ya vimos en "La Máscara". Algo hará bien interpretando al Acertijo... ¿Manejar el bastón, quizás? Respecto a Nicole Kidman, guapísima gracias a las labores del maquillador, no deja de estar acertada, siempre y cuando obviemos los diálogos que los guionistas le han preparado a su personaje. Y, finalmente, Chris O´Donnell, un actor cuya carrera dicen que promete mucho. No es que "Batman forever" le vaya a aportar algo en su currículo artístico, pero hará crecer su cuenta corriente y popularidad una barbaridad, a pesar de que esté obligado a mostrar una imagen de Robin demasiado alejada de los cómics originales (en la película es un tanto agresivo y vengativo).

Crítica revisada de un texto originalmente escrito el 12-7-1995

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