Menudo riesgo han corrido Warner Bros. y Village Roadshow Pictures al dar luz verde a una película como “Al filo del mañana”. Y es que ambas compañías aún se fían del tirón comercial de Tom Cruise, quien en los últimos años ha participado en varios filmes que han funcionado de forma irregular en la taquilla (el último ejemplo de ello es “Oblivion”). No nos engañemos, los espectadores jóvenes, que son los que habitualmente acuden a las salas de cine, empiezan a darle la espalda a actores que superan los cincuenta años de edad y con los que no se identifican. Una lástima, porque la cinta que es objeto de esta crítica merece la pena y es otra muestra perfecta de que, cuando quiere, Hollywood sabe fabricar producciones comerciales de cierta calidad.
Doug Liman es el director de la cinta. Reconozco que, tras “El caso Bourne”, no me entusiasmaron sus siguientes trabajos (“Sr. y Sra. Smith”, “Jumper”, “Caza a la espía”). En “Al filo del mañana” realiza una meritoria labor y sabe dotar al título de un ritmo bastante bueno. Asimismo, los efectos especiales son estupendos y nos hacen sentir que estamos dentro de la batalla. En general se puede decir que no hay movimientos de cámara bruscos, algo que agradezco en cualquier título de acción (de igual modo, las escenas son lo suficientemente largas como para que nos enteremos en todo momento de lo que está sucediendo en la pantalla). En cuanto al reparto, Tom Cruise vuelve a demostrar que posee el carisma de una estrella de cine y que, por supuesto, es un sólido actor. El intérprete sabe reflejar la arrogancia inicial de Cage y su posterior miedo, para luego culminar con la seguridad de un soldado bien entrenado que ha de cumplir una difícil misión. Desde luego, nos hallamos ante un largometraje al que merece la pena darle una oportunidad.