Crítica de la banda sonora de "Exodus: Dioses y reyes"

No entiendo muy bien lo que está haciendo últimamente Ridley Scott con las bandas sonoras de sus películas. Tras colaborar  desde hace años con Marc Streitenfeld, en "Prometheus" decidió que Harry Gregson-Williams escribiera música adicional para la película (y de una gran calidad, por cierto). Para "El consejero" se decantó por Daniel Pemberton, mientras que en "Exodus: Dioses y reyes" ha optado por Alberto Iglesias (con quien precisamente ya había querido colaborar en su anterior filme, si bien éste no pudo aceptar su oferta por problemas de agenda). Sin embargo, conviene reseñar que algunas piezas son obra del citado Gregson-Williams y de Federico Jusid. ¿Afecta esto al conjunto de la partitura?

Ciertamente se notan algunas irregularidades en su desarrollo, aunque creo que en su conjunto se puede decir que nos hallamos ante un trabajo más que correcto. Como preveía, el score está repleto de sonoridades étnicas, algo que se nota no sólo por los instrumentos que se utilizan en el mismo, sino también por la introducción de determinados elementos vocales. Lo mejor de la partitura lo hallamos cuando ésta describe los pasajes intimistas de la historia (existe un tema central bastante hermoso que se centra en Moisés y su sino), resultando menos interesantes los que sirven de acompañamiento a las escenas de acción. Por el contrario, Ramsés no aparece representado por una música que lo defina de forma clara.

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En una entrevista concedida al programa radiofónico "De película", emitido por Radio Nacional de España y presentado por Yolanda Flores, Iglesias califica la experiencia de trabajar en "Exodus: Dioses y reyes" como «compleja, muy compleja, pero también muy satisfactoria». Además, añade que «he tratado de buscar nuevos resortes, he trabajado también con un equipo mucho más grande, que han aportado muchas ideas. Teníamos que grabar dos horas y media de música, aunque después a lo mejor no se utiliza todo».