Crítica de "Asesinato en el Orient Express"

Alabada por casi todo el mundo, la versión de Sidney Lumet de "Asesinato en el Orient Express" me parece una buena película pero a ratos un tanto pesada. La adaptación que nos llega en 2017 de la mano de Kenneth Branagh... peca de los mismos defectos.

El reputado detective Hercule Poirot se encuentra de vacaciones. Tras resolver un pequeño caso en Jerusalén, se desplaza hasta Estambul. Allí recibe un comunicado desde Londres para que se haga cargo de un caso.

El director del Orient Express, y a su vez buen amigo suyo, le invita a que tome el famoso tren hasta Francia. Sin embargo, todo se complica cuando uno de los pasajeros aparece asesinado. Por si esto no fuera suficiente, la nieve impide que puedan seguir su camino.

"Asesinato en el Orient Express" posee un arranque magnífico. No sólo nos presenta al maniático Hercule Poirot, sino que también hace lo propio con el resto de los personajes principales del filme (en este caso de forma más breve).

La partida desde la estación en Estambul me parece brillante. No sólo está rodada con un exquisito clasicismo, sino que llama la atención la calidad de la fotografía, los decorados, el vestuario y la banda sonora.

El problema llega más tarde, justo cuando se produce el crimen y Poirot inicia la investigación para dar con el culpable. El director no sabe dar en la tecla precisa para que los necesarios interrogatorios discurran con agilidad.

En ocasiones se introducen fugaces pasajes de acción, pero son torpes y se nota que su única finalidad es dotar a la cinta de un ritmo del que carece (al menos en su segunda mitad).

El guión es obra de Michael Green, quien proviene de series de televisión como "Smallville" o "Everwood" pero que ahora es más conocido por sus trabajos en películas como "Logan" y "Blade Runner 2049".

El caso es que no sabe encontrar el equilibrio adecuado entre comedia y drama. Es evidente que hay situaciones, si no hilarantes, al menos divertidas. Pero todo ello contrasta con la severidad del discurso final (tener presente el factor humano a la hora de aplicar la ley).

El fastuoso reparto de "Asesinato en el Orient Express"

Reconozco que me gustó la interpretación de Kenneth Branagh como Hercule Poirot. El actor exhibe carisma y sabe cómo ganarse las simpatías del público.

Lo que sí me sorprendió es que prácticamente se puede decir que Daisy Ridley es la segunda integrante del elenco que más presencia tiene en el filme (el tercero sería Leslie Odom Jr.). La joven actriz le da la fuerza que precisa a su personaje.

Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Willem Dafoe, Josh Gad y Derek Jacobi aprovechan muy bien las escenas en las que aparecen. Sin embargo, la presencia de Judi Dench y, sobre todo, Penélope Cruz, es anecdótica. Y es que los diálogos que declaman son tan, tan escasos...