Benedict Cumberbatch, mago de la Segunda Guerra Mundial en "The war magician"
Studiocanal, Storyscape Entertainment, Lonetree Entertainment y SunnyMarch, la compañía de Benedict Cumberbatch ("Black Mass: Estrictamente criminal"), preparan "The war magician". Precisamente este actor protagonizará la película, que se basará en una historia real y que adaptará un libro de no-ficción de David Fisher. Gary Whitta ("After Earth") escribirá su guión.
El intérprete encarnará al ilusionista Jasper Maskelyne. En su día, Tom Cruise iba a encabezar el reparto de un filme sobre este personaje.
El texto mencionado anteriormente fue publicado en España por Editorial Almuzara con el título de "El mago de la guerra", pudiendo leerse el argumento del mismo en su página web.
Jasper Maskelyne fue uno de los magos británicos más conocidos del siglo XX, criado en una familia de famosos ilusionistas inventores de artefactos de magia que a todos nos suenan hoy día. Al estallar la segunda guerra mundial ofreció con empeño patriótico sus servicios al ejército inglés con la idea de que su magia podía ser muy útil en el campo de batalla. Pese a las continuas reticencias, consiguió ser destinado en el norte de África justo cuando los británicos se batían en retirada y el Afrika Korps alemán asediaba El Cairo. Ante la desesperada situación por la potencia y excelente preparación de la maquinaria de guerra nazi, dirigida por el mariscal Rommel, apodado el zorro del desierto, pronto el mando inglés se agarra a toda posibilidad para hacer frente al contrario y se fraguan algunas de las sugerencias de Maskelyne: armar ejércitos falsos, despistar con trucos de ilusionismos, convencer a potenciales aliados con espectáculos de magia y hasta hacer desaparecer objetivos vitales a la vista del enemigo; la guerra como un juego de magia.
Mediante sus trucos Maskelyne se convirtió en el mago de la guerra y en un héroe capaz de engañar al ejército nazi desviando sus duros bombardeos a un falso puerto de Alejandría, hacer desaparecer el Canal de Suez a la vista aérea, despistar a los radio-espías alemanes en el transcurso de un espectáculo en el Palacio Real de El Cairo o conseguir el apoyo de un jefe indígena en un asombroso duelo de magos entre Oriente y Occidente. Después llegaría su decisiva y gran hazaña en la batalla de El Alamein, vital para la victoria británica y que cambió, como por arte de magia, el signo de la guerra contra el ejército nazi.
Fuente: Deadline Hollywood
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